miércoles, 31 de agosto de 2011

Segundo día de visita a Montevideo y comienzo viaje de retorno a España

Hola de nuevo a todos:

 
El día 27 fue mi segundo día de visita a la ciudad de Montevideo, aunque la verdad la mayoría ya lo había visto el día anterior. Como era sábado no había mucho movimiento por la mañana, así que como el desayuno lo empezaban a dar a partir de las 9 de la mañana no madrugué mucho y salí del hostal sobre las 10 de la mañana. El desayuno consistía en leche o café con varias rebanadas de pan tostado, dos clases de mermeladas (bueno, aquí la llamaban de otra forma) y un postre bastante clásico tanto en Argentina como en Uruguay llamado dulce de leche, que se parece a la leche descremada que podemos encontrar en España de la marca La lechera en tubo o bote.

Como esa mañana ya dejaba la habitación, pagué los 60 € al cambio que costaba la misma (este hostal es el mas caro que cogí, no encontré otro mas económico). El nombre es LaPerez, aunque en la puerta no pone mas que una pegatina en pequeño, ya que como os comenté lo lleva un pintor, aunque en realidad no es suyo, sino que tiene en el propio edificio su casa y estudio. La dueña es una chica que da clases de tango y ahora está en Italia. El pintor me comentaba que tenía descendencia vasca, ya que yo le comenté que era de cerca de Santander y le sonaba (como aquí también había bastantes oficinas del banco de Santander le dije que era de donde el banco). Este segundo día ya había mas huéspedes, al menos otras dos habitaciones.

Como a las seis de la tarde tenía que coger el Ferry directo a Buenos Aires y el embarque estaba a 10 minutos andando del hotel le pedí dejar la maleta allí y cogerla a primera hora de la tarde.

El día amaneció lluvioso, el primer día que veía llover en todo el viaje. Llevaba paraguas y chubasquero pero no lo había estrenado. Y con el transcurrir de la mañana la lluvia arreció acompañada de rachas de viento, que al final me rompieron el paraguas, aunque la verdad era de estos pequeños y baratos que apenas aguantan unas rachas de viento.

La mañana la dediqué mas bien a callejear por zonas mas bien comerciales y ha realizar algunas compras de recuerdos. Habitualmente hay artesanos por la calle, pero como llovía las compras las tuve que hacer en una especie de mercado de artesanos cubierto en el que se agrupaba gente que había cosas con madera o cuero principalmente.

A la hora de comer paré para comer un bocadillo con las provisiones que había comprado el día anterior, y ya lloviendo bastante me acerqué a recoger la maleta y acercarme a la estación de Ferry con bastante tiempo ya que tampoco había otra cosa mejor que hacer con las condiciones meteorológicas.

A las seis zarpó el Ferry, que iba bastante lleno. En la estación de Ferry y en el propio Ferry hay algunas tiendas de estas libres de impuestos. El tiempo que tardó hasta el puerto de Buenos Aires fue de tres horas. En Buenos Aires el tiempo era buena a pesar de que ya eran las nueve y pico cuando arribamos. En principio pensé coger un taxi, pero pregunté precios y me pareció caro, así que me puse a caminar tirando de la maleta rumbo al hostal, y como las calles estaban todavía con gente pues me llegué andando hasta allí aunque se tarda algo mas de media hora a buen paso. La verdad es que Buenos Aires me ha parecido una ciudad bastante segura para andar sin tener que estar mirando por dónde pasas.

El hostal es el mismo en el que me quedé cuando llegué la primera vez, así que ya conocía en dónde estaba. Se llama Ayres porteños y es con baño y ducha compartido fuera de la habitación. Lo malo de esta vez es que me tocó en un tercer piso y en estos hostales en la mayoría no hay ascensor y hay que tirar de las maletas por las escaleras, y en este caso en particular las escaleras para subir al tercer piso eran bastante estrechas.

Al día siguiente 28, por la mañana me levanté pronto, desayuné, pagué los 20 € que costaba el alojamiento y me dirigí rumbo a la estación de autobuses en donde coger el bus al aeropuerto. Como era domingo había bastante poca gente en la calle y en el metro, así que pude manejarme bien con la maleta.

El bus me costó unos 9 € al cambio y es de una empresa (se llama Manuel Tienda León) que está especializada en transportar pasajeros desde la ciudad al aeropuerto ya que el metro no llega hasta allí ya que este seria el medio de transporte mas lógico de haberlo.

Una vez en el aeropuerto hay que hacer la aduana y demás controles, y a la 1 y pico de la tarde cojo el vuelo de Alitalia que me llevaría hasta Roma. El avión venía prácticamente lleno. Yo ya había cogido al hacer la reserva ventanilla y como compañeros me tocó una madre y su hija argentinas que creo que se quedaban en Roma.

El vuelo tenía una duración de algo mas de 12 horas, pero con el cambio horario se llegaba sobre las 7:30 de la mañana a Roma, así que había que dormir algo ya que al día siguiente no iba ha hacerlo en el aeropuerto. El viaje transcurrió parte durmiendo (o mas bien intentando hacerlo, ya que con el cambio horario el sueño no llegaba), parte tratando de matar el tiempo, parte leyendo.....Durante el vuelo dieron una comida, una cena y un desayuno. La comida mas o menos bien, pero la cena había bastante de verdura que a mi no me gustaba y no comí, teniendo que tirar de comida que yo llevaba. La comida la pedí de vegetariano, esta es una opción que te dan al hacer la reserva por Internet.

Y a la llegada, hubo que pasar otro control y hacer la entrada en la aduana comunitario.

Ahora os estoy escribiendo desde la terminal en la que a las 10:30 cogeré el vuelo hasta Madrid, aunque como no hay Internet lo estoy escribiendo en el procesador de texto del ordenador y cuando pueda ya lo cuelgo en el blog. Esto lo estoy haciendo así en los últimos días, ya que en el hostal de Montevideo tampoco pude tener Internet y de hecho el mayor trabajo lo lleva la redacción, ya que colgarlo en el blog apenas es copiar del procesador y pegar en Internet.

Después en Madrid cogeré un vuelo de Iberia de una hora de duración hasta Santander a las 21:30. Pero este último tramo del viaje os lo relataré ya en la próxima entrada.

 
Saludos

 
Rafa

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