jueves, 13 de septiembre de 2012

Segundo día de visita a Benarés y viaje a Delhi

El día 1 de septiembre fue el segundo y último día de visita a Benarés y a última hora de la tarde cogería el tren que me llevaría de regreso a Delhi.

El día anterior mi compañero japonés y yo ya habíamos visitado la mayoría de las cosas de interés, pero aún nos quedaba alguna cosilla.

La mayoría de lo que estuvimos viendo quedaba cerca del hotel en donde nos quedábamos. Había algunos interesantes templos que no venían indicados en la guía del Lonely pero si en la que tenía Moto. En concreto vimos tres, en los cuales había que entrar descalzos y en uno de ellos no permitían la entrada a los no hindúes. Cuando te quitas los zapatos los dejas en un sitio cerca de la entrada del templo en los que te los guardan y después le dejas un donativo al guarda.

El día era bastante caluroso, pero estos días en Benarés estoy dejando la mochila de mano en el hotel y solamente llevo una de bandolera con lo esencial porque ya el cansancio se nota y el ir mas ligero es un alivio por el peso que te quitas de encima.

En uno de los templos hay una curiosa exposición de maquetas de escenas religiosas con figuras que se mueven como una especia de automatas. Los locales entenderían las escenas, pero a nosotros solamente nos llamaban la atención las figuras de dioses con máscaras bastante tenebrosas y los que tenían caras de elefante.

Después nos dirigimos hacia el campus de la universidad hinduista de Benarés, de gran fama en la región y situado en las afueras de la ciudad. Empezamos a andar para la zona pero estaba bastante lejos y tuvimos que coger un rickshaw que en esta ocasión fue de pedales . Se trata de un complejo enorme con varias facultades de distintos tipos. Estaba lleno de avenidas arboladas y la verdad es que era un lugar bastante agradable para pasear. En concreto a donde íbamos era a un templo llamado de Vishwanath, cuya construcción no es muy antigua y que es copia de uno que hay en la zona antigua de Benarés y que visitamos durante la tarde. El templo es bastante impresionante, cuando entramos había bastante gente haciendo ofrendas, aunque al ser bastante grande se podía pasear sin problemas al contrario que los que suelen estar en los centros históricos.

Dado que por la zona había algunas tiendas que vendían recuerdos compré alguna cosa.

En el interior del recinto del templo había alguna gente cantando y tocando una especia de guitarra.

Después comimos algo en un restaurante cercano que servía comida local. Lo de comer mas bien que fue un intento porque Moto no comió apenas nada, al parecer lo que había pedido no le gustaba mucho. Por mi parte lo que pedía por una parte no me gustaba mucho y por otra parte estaba demasiado picante. Era una especie de espaguetis en un caldo aderezado con alguna otra cosa que no supe determinar.

Con esta medio comida salimos hasta la siguiente parada que era el fuerte de Ramnagar, situado en la ribera opuesta del Ganges y al que había que ir por un puente que estaba algo lejos de allí. Por suerte no había mucho tráfico y en un rato estábamos allí. Se trata de un fuerte y palacio bastante deteriorado en el que hay que pagar para la visita. Tiene una curiosa exposición con automóviles antiguos americanos bastante cochambososos y algunas armas antiguas.

En el fuerte se pasan por unos pasadizos algo lóbregos en cuyos techos están colgados infinidad de murciélagos durmiendo. La verdad es que daba un poco de miedo pero no se movieron.

Hay otra zona del fuerte que da al Ganges en el que es posible ir en barca hasta al otro lado del río y cuando el Ganges baja mas seco hay una especie de pontón por el que se puede ir andando de una orilla a otra pero que ahora estaba sumergido bajo las aguas.

Quedamos con el conductor que nos llevó hasta allí para que nos esperara y volver de nuevo a la zona vieja, en concreto al templo viejo de Vishwanath. Debido a las tensiones entre comunidades, la zona está llena de soldados armados. De hecho es uno de los monumentos con mas protección que he conocido en mis viajes.

Nos encontramos con un guia que nos llevó hasta la entrada en la que compramos una cesta con ofrendas para el templo. Antes de entrar hay que depositar todos los dispositivos electrónicos que se lleven en un locker. A la entrada te cachean y además todos los extranjeros tienen que registrar los datos de su pasaporte. La entrada que utilizan los nacionales es diferente de la de los extranjeros.

Una vez dentro del templo hay gran fervor con toda la gente haciendo ofrendas en varios pequeños templos que rodean a uno principal mas grande.

En el recinto hay bastantes monos que suelen robar las ofrendas de comida a la gente. De hecho a mi me robaron una y alguno mas intentó echar mano de otra cosa. Las ofrendas consistían en algunas cosas de comer y otras que solamente eran para ofrecer. La verdad es que los guardias armados en las puertas intimidaba un poco.

Después de salir del templo, el guía, que además tenía una tienda en la zona del bazar, nos condujo hasta su comercio para tratar de vendernos alguna cosilla.

Tanto Moto como yo compramos alguna cosilla, aunque Moto no se gastó tanto como yo. Parece ser que no era mucho de gastar porque en el tiempo que estuvo conmigo en lo que mas se gastó fue en la cena del día anterior.

Todavía querían vendernos mas pero ya les dijimos que teníamos que irnos a coger el tren.

Paramos a un conductor y nos llevó hasta el hotel para recoger las mochilas que nos habían guardado después del checkout por la mañana.

Después de salir al parecer el conductor no le parecía muy bien la cantidad que habíamos acordado. Además a Moto a medio camino a la estación recordó que se le había olvidado un libro en el hotel y necesitaba ir a cogerlo. Bueno, pues el chico paraba cada poco como no sabiendo hacia donde ir y me daba que estaba tratando de hacernos perder tiempo a posta así que le pagamos y le dejamos plantado para ir a buscar a otro conductor. Dado que el tiempo se echaba encima nos corría prisa y localizamos a un viejo que debía estar algo zumbado ya que hablaba y cantaba solo y en el trayecto iba hablando con otros conductores o gente de la calle. Además tuvo que echar dos veces gasolina de una botella que tenía porque al parecer estaba bajo y cerca de la estación tuvo que parar en una gasolinera. El tráfico estaba bastante espeso y tardamos bastante en llegar a la estación finalmente sanos y salvos aunque con 10 minutos antes de que saliera nuestro tren.

Corriendo localizamos el andén y sin poder despedirnos subimos cada uno a nuestro vagón.

El tren era uno de estos nocturnos, en concreto era el Shiv Ganga Exp, número 12559. El horario era entre 19:15 y 07:40 y la distancia a recorrer 758 Km. hasta Delhi. El costo fue de 32 €.

En la cabina fui con tres señoras. A mi me tocó litera superior. Una era hindú y las otras dos eran españoles de Vizcaya, así que pudimos charlar algo. Es la primera vez que me encuentro unas españolas en el tren. Estaban por India desde primeros de agosto y ya volvían a casa. Me comentaban que habían cogido solamente otro tren nocturno y que habían estado solamente por la zona del Rajastan.

No me había dado tiempo de comprar nada para cenar, pero aún me quedaba alguna cosilla en la mochila así que tiré de ella.

Después sobre las 10 a dormir. Mas o menos esta es la hora a la que suelo irme a dormir cuando voy en tren ya que normalmente toda la gente está ya echada a esta hora.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Tercer día de visita a Calcuta, viaje a Benarés y primer día de visita a la ciudad

El día 30 fue el último día de visita a Calcuta y a última hora de la tarde cogí el tren nocturno que me llevaría hasta Benarés.

Dado que el día anterior me quedaron bastantes cosas que ver en la zona en la que había estado pues lo aproveché principalmente allí. Lo primero fui a desayunar en el mismo sitio del día anterior. Esta vez no me pusieron chocolate caliente y salió algo mas económico. Después cogí un taxi (que me cobré bien según taxímetro) para acercarme hasta la estación central en donde dejé el equipaje en la habitación guardaequipajes. Esta vez no hubo que pasar el escaner con lo que había que depositar. Como curiosidad, tu mismo lo colocas en donde quieras dentro de los huecos que queden libres, así luego a la recogida sabes en donde está.

Desde la estación de trenes, para ir a la ciudad ya os comenté que hay que atravesar un gran puente de hierro sobre el río Hoogly que lleva un buen rato andando. Dado que la zona por donde iba a ir quedaba no muy lejos de donde termina el puente, pues fui andando. En el puente se ve multitud de gente yendo de la estación a la ciudad y viceversa, muchos tirando de carros con mercancía o con esta sobre la cabeza. En ambas orillas hay ghats en los que la gente se suele bañar aunque el río baja con el agua bastante revuelta y hay mucha suciedad. En la orilla de la ciudad hay un bonito y colorido mercado de flores para las ofrendas de los templos. Estas flores sueles ser de un llamativo color naranja y con ella se hacen collares y otras composiciones para las ceremonias de los templos.

Una vez traspasado el puente se enlaza con la calle Mathama Ghandi que junto con las que parten de ella transversalmente es un hervidero de puestos que forman un bazar bastante interesante siempre hasta arriba de compradores y vendedores.

Aparte del bazar en si hay algunos edificios religiosos en esta zona como la catedral del Sagrado Rosario (no me encontré a nadie dentro, como en la mayoría de las iglesias católicas). Los locales aprovechaban la entrada para instalar sus puestos. Pensarian que sino practicaban esta religión para algo tenía que servir sus pórticos y que mejor que para montar el mercado.

También había alguna mezquita con bastantes feligreses. En estas no entré porque no se veía a ningún turista merodeando y no me apetecía mucho.

Además había alguna que otra sinagoga, pero estas estaban prácticamente abandonadas y los puestos de los comerciantes tapaban sus entradas. Al parecer quedan bastantes pocos judios en la ciudad.

Hay también un antiguo chinatown del que alguna cosa queda, pero ya es una zona en la que está todo bastante deteriorado y las calles y el ambiente no es muy bueno, aunque realmente peligrosa no es la zona.

Paseando por esta zona y tratando de encontrar los sitios (a veces era bastante difícil ya que alguno no está indicado y muchas de las calles tampoco tienen carteles o si los tienen están en indú) llegó la hora de comer así que me acerqué en metro al centro comercial al lado del hotel en el que me quedé ya que allí sabía que iba a encontrar el menú que me gustaba. Después de nuevo cogí el metro y hasta la estación mas cercana del puente de Howrah para en un buen rato acercarme a la estación.

Llegué pronto así que hice un pequeño tour por la misma. Conté hasta 20 andenes en dos partes. Es como si fuera un aeropuerto con dos terminales, una cosa un poco rara. Lo del aeropuerto lo digo como ejemplo ya que la estación es bastante deprimente con mendigos pululando por allí aunque tampoco son muy molestos la verdad.

Compré dos pizzas para comer y una vez sabía el andén del tren saqué la maleta del guardaequipajes y a buscar el vagón. Una vez vi mi nombre en la lista subí y vi que aunque en principio iba a ir con otras tres personas no había nadie y parecía que iba a viajar solo. Pues al final no fue así ya que poco después se subió una pareja con un hijo pequeño, aunque yo ya me había aposentado en una de las literas de abajo y allí me quedé, aunque como era de noche no se podía ver nada.

El nombre del tren es Amristar Mail y su número el 13005, recorríamos 760 kilómetros entre las 19:10 y las 09:12 del día siguiente. El billete me costó unos 31,00 €.

El marido del matrimonio era bastante hablador y me preguntó bastantes cosas del viaje que estaba haciendo y de otros asuntos. Parecía que hablaba bastante bien inglés y con mis escasos conocimientos nos fuimos entendiendo mas o menos.

Y con esto llegó el día siguiente y mi última parada en India que era la ciudad de Benarés (aquí se dice Varanasi).

El tren llegó a la estación de Benares con algo de retraso lo cual no me importó ya que la hora oficial era bastante temprana. Salí de la estación escoltado por una legión de conductores y me dirigí hasta el puesto de taxis de prepago, aunque luego pensé que un autorickshaw hubiera hecho el mismo servicio y hubiera resultado mas barato.

La zona del hotel en donde me quedo no está cerca de la estación de trenes y se tarda un buen rato en llegar aparte de que la conducción en Benares es de lo peor que he visto en la India, quizás pueda parecerse a la de Kathmandu. Todo un caos de vehículos de todo tipo por unas calles llenas de baches. En Benarés podría decirse que las aceras apenas existían.

En recorrer unos 6 Km. se tardó casi media hora. Había algunas zonas en las que se iba mas rápido y otras mas céntricas en las que se pillaba mas tráfico. Aparte de los habituales vehículos a motor recordar que las carreteras se comparten con personas, vacas y caballos tirando de carros, vacas sueltes vagando libremente y en este caso había un nuevo especimen de animal muy habitual como eran los búfalos, un bicho parecida a las vacas pero negro entero y con unos cuernos retorcidos y pegados a la cabeza (solían ir en manadas de unos cuantos).

El hotel se llama Rahul guest house, y es un edificio de 3 plantas abiertas con un patio interior y las habitaciones son como una especie de apartamentos aunque sin dejar de ser una habitación. Tanto la habitación como en baño está bien, pero está poco iluminado y solamente tiene una ventana por la que no entra mucha luz. La cerradura se tranca con un candado. Lo que mas sentí es que la pedí con ventilador en vez de con aire acondicionado y estos días en Benarés estaba haciendo bastante calor y la única noche que pasé allí realmente pasé mucho calor aún con el ventilador a tope, aunque al final este lo que hace es solo mover el aire. En Jaipur me bastó con el ventilador, pero aquí no. Además no podía abrir la ventana por si entraban mosquitos dado que el hotel estaba cerca de Ganges.

El que estuviera lejos de la mayoría de los lugares a visitar hacía que tuvieras que coger rickshaw, aunque al día siguiente lo pasé viendo algunos templos bastante cercanos a donde me quedaba.

Debía ser un hotel familiar y vivían también allí porque se veían pulular gente de todas las edades que no estaba hospedada. Realmente hospedados no debía haber muchos, yo solamente vi un chico y una chica japoneses.

Había Internet WiFi, aunque por la noche lo apagaban, y el desayuno estaba incluido. El coste fue de unos 19 € por una noche.

Ya con los días me encontraba cansado de todo el trote del viaje y aunque dormía bastante el cansancio continuaba. Me eché un rato y ya salí para coger un rickshaw para empezar a ver cosas.

En esto veo que el chico japonés se monta en uno y me dice de acercarnos juntos a la zona de los gaths (estos son las explanadas o gradas al lado del Ganges en donde se hacen muchas de las ceremonias por las que es conocido Benarés). Hicimos buenas migas y al final estuvimos ese día y el siguiente viendo la ciudad juntos, con lo que nos ahorramos bastante en rickshaw ya que los viajes eran compartidos. El chico se llama Motoshima pero le llamaba Moto que es mas fácil. Nos íbamos entendiendo mas bien que mal en inglés, que el parecía que dominaba bien. Tenía 21 años y me contaba que llevaba una semana por la India y había estado en Delhi y Jaipur, y que después se iba para Agra en tren vía Delhi. Además iba a Delhi en el mismo tren que el mio que cogía a finales de la tarde del día siguiente.

Era bastante simpático pero lo malo que tenía es que entraba al trapo de bastante de los que continuamente te iban ofreciendo cosas o solamente querían hablar contigo, aunque esto último no era lo mas habitual ya que al final la mayoría lo que querían es que les dieras dinero a cambio de que les hicieras una foto o que te indicaran el camino a algún sitio. Y tengo que decir que Benarés se lleva la palma en cuanto a pesados que te están todo el día dando la vara. Yo no entro al trapo de ninguno. Bueno, es una opción un poco radical y quizás en ocasiones no la mejor pero es la que tengo. He de decir que en ocasiones si que alguien nos ayudaba gratis. Como buen japonés hacía muchas fotos, pero lo que mas le gustaba era fotografiar a los lugareños y sobre todo a los niños. Llevaba siempre un puñado de "caramelos japoneses" como les llamaba y cuando quería sacar una foto a alguien le daba un caramelo y foto al canto.

Después de describiros un poco al amigo japonés que me eché os comento que es lo que vimos ese día.

Primero fuimos a la zona de los gaths del casco antiguo de Benarés. Gaths hay bastantes, que se extienden a lo largo de la orilla del Ganges, pero los que se visitan son unos cuantos, ya que por lo demás dar con ellos es difícil ya que la franja del río que da a los gaths por detrás está lleno de un laberinto de pequeñas callejuelas por las que solamente pueden pasar personas, motos y vacas o búfalos.

También aproveché para cambiar los últimos 50 € que pretendía gastar en el viaje aunque me timaron un poco ya que era un cambista de la calle y el cambio era muy malo, pero bueno, realmente me hacia falta cambiar y no encontraba mas sitios. También resultaba que solamente me quedaban billetes de 500 INR y aquí esto es bastante difícil de cambiar ya que se suelen manejar con billetes de 100 y en la mayoría de los sitios de poca monta al comprar algo o no tienen cambio o aunque lo tengan te dicen que no lo tienen.

El Ganges en esta época del monzón baja bastante crecido, pero creo que en otras épocas es posible recorrer los gaths por la orilla, pero ahora solo es posible verlos en barca navegando o localizándolos por los callejones.

El primero que vimos y el mas animado es el Dasaswamedh gath, que estaba hasta arriba de gente haciendo diferentes rituales. Este es el mas conocido. La entrada está vigilada y tiene un arco detector incluso como los de los aeropuertos. Pero esto en India no es raro ya que los hay por todos los sitios, en las estaciones de tren, metro y en muchos templos.

Después tocó otro de los mas conocidos y famosos, el Manikarnia gath que es en donde incineran a los muertos. Bueno, este es el mas impresionante y no solamente el gath en si, ya que según te vas acercando se ven por los laberintos de callejuelas las procesiones fúnebres que llevan al muerto sobre una camilla de bambú y cubierto de una tela naranja bastante llamativa. El muerto lo llevan entre unos 6 y depués van los familiares detrás. Pasan siempre a un ritmo rápido, no van lentos, y van recitando algún tipo de oración como nuestro rosario que la va marcando uno de ellos.

La zona del gath en si tiene varias partes. Hay algunos edificios en los que se hospedan los familiares del difunto para la ceremonia. Después hay otra zona llena de montones de madera para la incineración. Y la otra zona es en la que se incineran los muertos. Había también barcas cargadas con madera como para incinerar a los muertos navegando por ella en el río,pero yo no vi nunca nadie que lo hiciera así.

Uno de los que trabajaba en la preparación de todo esto nos condujo hasta la azotea de un edificio en la que se veía todo bastante bien, las pilas de madera, los hospedajes y lo mas impresionante las piras en las que siempre había alguna incineración. Se veían unos cuantos cadáveres ardiendo, aunque se estaba lo bastante lejos como para no sentirse mal. De hecho a los que estábamos allí no nos dio ningún reparo verlo.

Los cuerpos los echan a la pira con las telas en las que vienen y así se van consumiendo. Al parecer se necesita un tiempo concreto para cada incineración.

En un gath cercano pudimos ver una manada de búfalos retozando en el río y a su lado la gente tan tranquila sumergiéndose para sus rituales. El agua es una especie de color chocolate, aunque realmente no se si sería por lo turbio que bajaba de las lluvias mas que por la actividad desarrollada a las orillas a su paso por la ciudad.

Uno de los rituales que mas se hacían era simplemente sumergirse por completo varias veces en el río.

Después ya nos pusimos a buscar un sitio para comer y al final fue un restaurante japonés que encontramos en una de las callejuelas. Comer la verdad no comí muy bien pues entre que no entendía mucho la carta y que aunque la hubiera entendido creo que no me hubiera gustado mucho, al final me sirvieron una especie de sopa de fideos con trozos de huevo duro y alguna cosa mas que no supe identificar. Mal que bien me comí la mitad. Lo bueno es que no fue muy caro y me dí por contento. Moto si que comió a gusto.

Por la tarde visita a algún que otro gath menos conocido y en uno de ellos contratamos una barca para darnos un paseo entre algunos de los gaths. Después de regatear un rato no salió caro. En la barca aparte de nosotros dos iban otros cuatro, seis en total, uno remaba, otro controlaba la barca y otros dos hacían de contrapeso y de cuando en cuando hablábamos algo con ellos (aquí en India la mayoría de la gente aunque no tenga mucha cultura -como los conductores de rickshaws- sabe hablar un poquito de inglés).

Hay gaths en buen estado y otros en un estado lamentable. Los hay bastante largos y otros son estrechos y empinados, unos están llenos de gente y otros vacíos. La verdad es que un paseo en barco te abría una nueva perspectiva de los gaths.

Después de esto a callejear por alguno de los mercados de la zona antigua llenos de baratijas y dado que anochecía pronto nos acercamos al hotel ya que cerca había uno de los gaths mas conocidos.

Antes de nada comentaros que en la ciudad hay un templo muy famoso y de gran devoción llamado de Vishwanath que es uno de los sitios mas protegidos que he visto pues al parecer de cuando en cuando hay revueltas. Ese día no pudimos entrar ya que había una cola de gente para entrar kilométrica, y no lo digo en sentido figurado sino real, ya que la cola serpenteaba por el laberinto de callejuelas mas de un kilómetro. Al final entramos al día siguiente.

Ya caída la noche fuimos andando al Assi gath, que es el gath importante mas alejado. Había bastante gente pululando por allí pero mas en plan de charlar que de rituales, ya que esta zona está bastante cuidada y se presta a ello. No obstante, alguno que otro se daba un chapuzón en el río.

Pudimos también ver una pequeña y sencilla ceremonia que se celebra en bastantes de los gaths a la misma hora.

Después de esto a cenar al hotel que tenía en la planta alta un sencillo restaurante con vistas al río.

Seguidamente a la habitación para preparar algunas cosas del siguiente destino de vuelta a Delhi y a dormir.

En el hotel están de reformas en unas cuantas habitaciones y se les ve trajinar todo el día por allí con cemento, pavimentos y demás. El estilo de trabajo es tipo indio, todo poco a poco y trabajando con pocas herramientas. Parece ser que les va bien el asunto a los del hotel.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Primeros dos días de visita a Calcuta

Al día siguiente, me levanté bastante pronto. En teoría el tren debería llegar a la estación de Calcuta a las 5:50 de la mañana,así que un poco antes ya estaba preparado con todo para salir del tren en cuanto llegáramos. La estación de Calcuta era la última, así que tampoco había mucho problema para pasarse de destino. Los dos compañeros que tenía dormían plácidamente.......Bueno, parecía que el tren iba con retraso, pero como en realidad no sabia en donde estábamos no me quedaba nada mas que esperar. Paró en una estación y vi que aún faltaba bastante para la llegada.

Finalmente el tren llegó sobre la 8 de la mañana, lo cual agradecí ya que sino hubiera sido así hubiera tenido que esperar sentado en la estación y mejor en el tren.

Bueno!!!, en este punto comentaros que la idea con la que iba de Calcuta es la que tenemos la mayoría de los Españoles: bastante pobreza, gente tirada por la calle, con hambre y pidiendo y la obra de la madre Teresa. Tal el así que con lo visto en alguna de las otras ciudades pues me echaba a temblar de lo que podía encontrar aquí visto como estaban los otros sitios supuestamente mejores.

Pues Calcuta puedo deciros que no es esto, de hecho puedo deciros (esto lo escribo desde el tren que me lleva de Calcuta a Benarés) que me ha gustado mucho, no he visto mas pobreza de la que puedo haber encontrado en Delhi y la ciudad está bastante animada. Aparte de esto hay bastantes cosas que ver....y no solo templos. El centro tiene bastantes tiendas como las que podemos encontrar y algún que otro centro comercial. Fuera del centro lo que he visto no esta peor que Delhi, y tampoco se sentía peligro al andar por allí (lo que si no vi son muchos turistas, a veces pasaban horas hasta que veía algún occidental o japonés).

Con este adelanto sigo mi relato.

Me senté un rato en la estación a otear el panorama y no me pareció muy diferente de el de otras estaciones en las que he estado. Después salí a la calle y fui lanzado al puesto de taxis de prepago, que son los que funcionan con un precio fijo y no hay que estar regateando. Como no, sufrí de nuevo el acoso de los taxistas, pero bueno, ya me voy haciendo experto en estos asuntos.

La estación no está en la zona centro y en panorama no era muy bueno. En realidad creo que ya no es siquiera el municipio de Calcuta. Hay que pasar un gran río navegable bastante ancho, el Hooghly, por un puente metálico bastante grande que recuerda a Eiffell. Aunque Calcuta no tiene mar si que está cerca de un estuario e igual los barcos pueden remontar hasta allí.

Hasta el centro se tarda un buen rato. Los taxis son de color amarillo casi todos iguales, bastante antiguos, de la marca Ambasador. En estos taxis antiguos (y el los rickshaws también) me he fijado que cuando llegan a una parada que preveen larga paran el motor.

Según se va llegando al centro la cosa mejora, se ve otro panorama. No es que lo que se veía fuera del centro fuera muy diferente a lo de otras ciudades.

Como os comentaba, se veían bastantes tiendas de tipo europeo y algún que otro centro comercial. Además había aceras y parecía que en buen uso. Otra diferencia es que no hay apenas rickshaws (las motocicletas de 3 ruedas), ni de motor ni de pedales. Fuera del centro si que se veían, pero no eran muy abundantes. Todo eran automóviles y algunas motos. Aunque la verdad mas de la mitad de los coches debían ser taxis tipo Ambasador.

La novedad es que se veían bastante rickshaws de tracción humana, vamos, de estos que es un carro tirado por un señor. Digo se se veían bastantes, pero no muchos tenían trabajo. Y estos se veían tanto en el centro como fuera.

El hotel esta bien, se llama Trimoorti y por dos noches me han cobrado unos 51 €. Calcuta aunque no es caro, encontrar un hotel decente si que lo es. Yo la verdad es que no he visto muchos, y en mi zona tampoco abundaban, aunque igual es que tampoco es una ciudad muy turística ya que tampoco he visto muchos turistas. Los pocos que he visto ha sido centrados en algún monumento importante.

El hotel está en dos plantas de un edificio y es bastante simple. No da comidas propias, pero parece ser que puede encargarlas en otro sitio ya que si tiene carta, aunque yo no comí nada.

La habitación está bastante bien, tiene aire acondicionado y ventilador. El baño como en caso todos los sitios es el punto flaco. Esta bien pero el techo estaba bastante descuidado. Como novedad la zona de la ducha tenía una especia de mampara que la cerraba en parte.

Me dediqué a descansar un buen rato y después ya salí a comenzar las visitas.

Los días que he estado han resultado bastante calurosos y húmedos, de los peores que recuerdo en el viaje.

Ese día comencé por la zona centro. Había unas cuantas cosas que ver y no estaban muy lejos unas de otras. La orientación a poco que andes no es difícil. De cuando en cuando hay carteles con el nombre pero no son muy abundantes. Otro problema es que hace unos años cambiaron los nombres de bastantes calles y en los carteles pone los dos.

Calcuta era la antigua capital de la India cuando pertenecía al imperio británico, y muchos de los edificios que se ven proceden de este legado y tienen una arquitectura colonial. Destacar que he podido ver mas iglesias católicas que de otra religión. También hay alguna sinagoga y mezquita que otra. Lo que menos vi son templos budistas. Parece ser que en esta ciudad las religiones minoritarias tiran bastante.

De lo visitado destacar el Victoria Memorial, un gran monumento dedicado a la reina Victoria. También vi un planetario, la catedral (solo por fuera, estaba cerrada), algún que otro edificio de museos y hasta un antiguo cementerio. A mediodía me acerqué a investigar un centro comercial que había cerca de mi hotel y en una de las plantas pude encontrar una pizzeria de Pizza Hunt a la que aboné a comer y cenar todos los días pues tenían un menú de pizza margarita, Pepsi y una especie de rebanadas de pan tostado con un poco se sabor a ajo y queso por unos 3,5 €. De hecho uno de los chicos las últimas veces que fui ya sabía lo que iba a pedir.

Se pagaba de una forma un poco especial. Ibas rellenando una tarjeta con saldo y después podías pagar con esta en varios sitios de comida del centro. También había un establecimiento de patatas McCain aunque yo no lo probé.

Ya tenía resuelto el asunto de la comida para Calcuta. El centro comercial era de varias plantas y había bastantes tiendas de marcas conocidas. Debía estar destinado a la gente de dinero de la ciudad.

Después me acerqué al hotel a echar una siesta y se agradecía poner un rato el aire acondicionado antes de salir de nuevo al horno de la calle.

Aquí comentaros que anochece bastante pronto, sobre las 18:15 ya se oculta el sol.

Por esto por la tarde no da mucho tiempo ha hacer cosas.

Acabé de ver alguna de las cosas del centro y me acerqué ya de noche hasta donde está la casa madre de Madre Teresa, con la sede central de su obra, su tumba y un museo. Yo cuando llegué ya estaba cerrado y no pude acercarme en otro momento, pero el edificio es bastante pequeño. Se ve por la zona pulular a las hermanas con el típico traje blanco con una banda azul.

Aunque ya era de noche se veía todo con mucho ambiente, aunque también hay infinidad de pequeñas tiendecitas abiertas. Esta zona de la casa de madre Teresa ya no es tan céntrica y no estaba tan bien, pero no vi que hubiera ningún problema para andar por la noche.

Después de regreso a cenar al centro comercial y al hotel. Ese día el Internet estaba escacharrado y no lo pude usar.

Para el segundo día de visita a Calcuta me quedaban bastantes cosas que ver. Lo primero fue acercarme a desayunar a una cafetería de una cadena de franquicias en la que me clavaron un poco ya que me costó 2,5 € un café con leche y un donuts, aunque estaba recubierto de chocolate caliente.

Después ya comencé la visita. El día era tan caluroso como el anterior.

El día lo pasé en una zona en la que hay bastantes mercados y bazares. No queda por el centro así que ya se parecía mas a lo que estaba acostumbrado a ver en las otras ciudades de la India.

Esta zona es bastante caótica entre en tráfico con vehículos de todo tipo, autobuses, tranvías, taxis, coches particulares, algún que otro rickshaw de motor y a pedales. Y después gente en cantidad, tanta que en ocasiones resulta agobiante. No obstante, por aquí no hay mucho acoso por parte de posibles vendedores de lo que cuadre. Cada calle está especializada en una cosa, una en instrumentos musicales, otra en piezas de cubertería, otra en marmol (se veía a gente labrando una especia de placas que perecían lápidas). En algunas calles los tenderetes ocupan la acera aparte de las tiendas que están a pié de calle, por lo que vas caminando entre un pasillo con gente ofreciendo cosas a un lado y otro. Por esto en muchos sitios mucha gente anda por la carretera, y esto con lo comentado anteriormente que esta suele encontrarse atestada de vehículos pitando sin parar para abrirse paso.

En algunos sitios hay tal cantidad de tiendecitas en la acera que si hay algún templo por detrás apenas se ve la entrada.

Entre lo visto destacar algunos edificios públicos bastante bonitos como el tribunal supremo. Cerca de allí había un edificio parecido a la casa blanca dentro de una gran parcela vallada y que es donde vive el gobernador de Bengala occidental, que es la provincia a la que pertenece Calcuta. Por esto toda la zona está rodeada de militares patrullando.

Hay también varias iglesias católicas, aunque no parezca que estén mucho en uso ya que siempre veo poca gente por ellas.

El edificio central de correos y otro llamado Writer´s Building también son bastante impresionantes. Lo interesante es que lo que se ve no son solamente templos como en otras ocasiones, sino que hay muchos edificios públicos interesantes, aunque muchos de ellos en un lamentable estado de conservación. Sin embargo hay otros en bastante peor estado y que se ve que pueden tener su historia.

A la hora de comer me acerqué hasta el centro comercial cercano a mi hotel y después a echar una siesta.

Por las tardes la verdad es que no dan mucho de si ya que entre que como tarde y que anochece pronto no da para mucho. La entrada del metro está a unos 10 minutos de mi hotel, y después desde donde te deja el metro todavía hay que andar un ratos hasta donde quieras llegar.

El rato de la tarde lo dediqué de nuevo a la misma zona de la mañana, aunque ya poco pude ver porque si cabe había todavía mas caos y multitudes de todo tipo que durante la mañana. Parece ser que la caída de la noche anima la zona.

Así que lo dediqué a callejear sin salirme dentro de los límites que pudiera recorrer de nuevo en sentido contrario y sabiendo en donde estaba situado.

Para el día siguiente me quedaba una zona con algunos lugares de iglesias, mezquitas y sinagogas dentro de un espacio pequeño. Parece ser que se llevaban bien las tres religiones.

Mas tarde regreso al centro comercial para cenar y al hotel a dormir. El día de hoy ya tuve acceso a Internet pero solamente desde el móvil, ya que parece ser que solamente se podía utilizar el punto de acceso con el que primero te habías conectado. Lastima porque tenia bastantes cosas que subir al blog y desde allí no o podía hacer.

Indicaros que en este día me moví por metro. Está bien y además es muy barato, un viaje cuesta menos de 10 céntimos de € al cambio, aunque en horas punta suele ir atestado de gente. En alguna ocasión me tocó viajar en este horario y la gente está como sardinas en lata.

Segundo día de visita a Bombay y viaje hacia Calcuta

Al día siguiente tenía libre hasta finales de la tarde en que tendría que montarme de nuevo en el tren para emprender un largo viaje atravesando la India de oeste a este de un mar a otro.

Después de desayunar hice el checkout en el hotel y cogí un taxi hasta la estación de trenes en la que iba a dejar la maleta grande. Por suerte el taxista me cobro lo justo. El procedimiento para dejar la malata es algo complicado, primero en la taquilla te dan una pegatina con la que sellan el candado que la cierra y después tienes que pasarla por un escaner de seguridad que hay a la entrada de la estación para pasar todos los bultos que entran en la misma. Allí te ponen un sello que está escaneada y luego ya la llevas a la taquilla en que la colocan en una estantería y te dan un resguardo. La taquilla parecía bastante segura, se veían bastantes maletas buenas. Este procedimiento creo que lo voy a tener que realizar en otras dos ocasiones mas.

Me quedé con la mochila pequeña y la de bandolera y ya me fui a coger otro taxi para ver otra zona en la que los monumentos estaban mas desperdigados y no me iba a dar tiempo de ver tantos pero si de andar bastante ya que prestando un poco de atención te podías orienta bien. La zona por donde estuve este día ya está cerca del mar.

Lo primero que hice fue ir a ver el templo de Mahalaxmi, que es la diosa de la riqueza. No se si es que porque era domingo pero el templo estaba a tope y parecía que tenía un gran fervor entre los fieles ya que había un tumulto bastante importante y hacían grupos para entrar por la gente que había. Además hacía un calor que sudabas a chorros. El templo se situaba en una pequeña colinita y se accedía en dos filas, una para hombres y otra para mujeres. Para entrar había que descalzarse, o en calcetines o descalzo. Había unos que se dedicaban a guardar los zapatos de la gente, te daban unas fichas de colores para identificarlos. Otros optaban por dejarlos en cualquier sitio y después cogerlos a la salida. La mayoría de los hindues van con chanclas o similares.

Después la cola va avanzando poco a poco ya que se va entrando por grupos. En las inmediaciones del templo hay puesto en los que se compran flores u otras cosas que no he sabido identificar para las ofrendas a la diosa, que como muchas de la india suelen ser bastantes feas porque o tienen trompa o tropecientos brazos. Esta era de las de trompa cual elefante.

Una vez en el templo se sigue un recorrido fijo controlado por unos tipos que meten prisa a la gente pues cuando se llega delante de la imagen de la diosa en cuestión se la dan las ofrendas, se la reza una oración y se hacen algún que otro ritual que no se muy bien describiros ya que no fijé mucho pues ya me quería marchar del agobio de toda la gente. Una vez fuera del templo, la gente está sentada y ya se está mejor sin tanto agobio. La verdad es que fue una experiencia interesante, aunque no saqué fotos ya que daba un poco de cosa aparte de que no vi ni un solo extranjero.

La siguiente parada era una mezquita cerca de allí que está metida en el mar y se accede por una pasarela que cuando sube la marea deja aislada a la mezquita. La construcción en si no destaca mucho, pero para los fieles tiene gran significado ya que allí reposan los restos de un salto musulman. Como había también bastante gente decidí solamente verla desde lejos ya que con la visita al templo anterior ya había tenido bastante y este me daba que iba a ser similar. Quizás si no hubiera sido domingo estaría la zona mas despejada.

Para la siguiente parada había que andar bastante rato. Aunque la zona era buena no vi mas que hindues por el camino, ningún extranjero que se hubiera perdido por allí...

Se trataba de un gran lavadero al aire libre, el mas grande de la ciudad, con mas de 1000 pilas para lavar. Yo lo vi desde lo alto de un puente y se veían bastantes pilas y ropa secando. Había también unos cuantos camiones de empresas de limpiezas, al parecer así es como se lava la ropa aquí, no en lavanderías industriales.

La última parada era una zona en la que había un museo de la ciudad y un parque, pero yo solo me acerqué hasta la entrada ya que era tarde y me volví, pues ya con las vistas por las calles hasta allí ya me había parecido bastante.

Se acercaba la hora de comer y cogí otro taxi para comer algo y dar una vuelta por el frente marítimo. Comí una pizza en un restaurante que ya debía ser de nivel pues era tipo europeo, con aire acondicionado y guarda de seguridad, como en casi todos los sitios de nivel, no tiene porque ser una joyería.

En esta zona hay una playa llamada Chowpatty, pero la gente no toma el sol, solamente de da un pequeño baño en el mar que esta bastante caliente y da bastante gusto meterse, no como en el cantábrico aunque sea pleno verano.

Hay una zona de la playa en la que hay chabolas.

Después recorrí bastante parte del frente marítimo y me gustó mucho la zona ya que pasea mucha gente por ella (también era domingo) y desde aquí se puede ver bien el skyline de la ciudad con varias zonas de edificios altos y algunos mas en construcción.

Una vez acabada la playa lo que sigue son varios kilómetros de paseo marítimo con rompeolas. Desde aquí casi no se ven barcos, pero el primer día desde la zona de la puerta de la India si que se veían unos cuantos mercantes.

Para amenizar la tarde cayó un pequeño chaparrón.

Había una zona en la que se acababa el paseo y allí ya dí por finalizada la visita a Bombay y regresé andando hasta la estación de trenes de Victoria que era en donde iba a tomar el tren.

Una vez en la estación, esperé un poco ya que era aún pronto y luego compré algunas cosas (aunque al final demasiadas) para el viaje ya que sabía que la comida no entraba. Hice acopio de unas cuantas botellas de agua y pedí que me prepararan 4 pizzas y un sandwich, aunque el chico se lió y me preparó 4 sandwichs y solo me cobró uno. Le dí bastante trabajo y me preguntó si era para comer en el tren y se debía pensar que eramos 4.

El viaje hasta Calcuta era de 1968 Km, se paraba en 43 estaciones y me costó unos 57 €. El nombre del tren es Howrah Mail 12809. Me fui acercando a la cabeza del tren en donde ya localicé mi vagón y el listado de la cabina en donde iba. Mala suerte porque me tocón con otros tres, un matrimonio de señores mayores (ella con algún problema en una pierna y tenía que ir en muletas) y su hijo, así que tuve que ir otra vez en la litera de arriba. Lo sentía sobre todo por el día siguiente que no iba a ver un pimiento del paisaje. El tren salía a las 20:35 y en teoría tendría que llegar a Calcuta a las 5:50 de la mañana del día de pasado mañana (se hacían dos noches en el tren).

El vagón como las anteriores ocasiones estaba al lado de uno de la clase mas básica, la segunda, que es la que coje la mayoría de los locales y se ven unas colas bastante largas para entrar.

Después de colocar todos los bártulos en la parte de arriba como la vez anterior a cenar una pizza y a dormir, que como ese día había andado bastante lo hice bien.

El día siguiente fue bastante aburrido ya que apenas pude ver nada. De vez en cuando bajaba de la litera y me daba un paseo por el pasillo y entraba en una cabina de al lado que no había nadie y me pasaba un rato mirando por la ventana. De lo poco que pude ver tengo que decir que el paisaje era verde.

Tratando de pasar el tiempo leyendo algo de la guía que llegaba y alguna cosa que se me ocurría para pasar el tiempo (por ejemplo, ver la peli Salvar al soldado Ryan sin voz....pero menos es nada) llegó la tarde y se marcharon los tres que había. Cuando el tren paraba en alguna estación se podía bajar un poco a estirar las piernas (entre 2 y 20 minutos). Me las prometía muy felices ya que en el listado no se indicaba que iría a subir nadie mas hasta Calcuta pero todo quedó en agua de borrajas cuando en la misma estación subió un señor que ocupó una litera de las de abajo y en otra estación ya mas tarde un chico ocupó la otra. Y yo arriba aburrido como una ostra. Bueno, llegó la hora de cenar y a dormir, pero con la alarma del reloj puesta a las 5 y poco de la mañana para estar al loro de cuando llegáramos a Calcuta, aunque el tren paraba definitivamente en esta estación. De cuando en cuando el tren hacía paradas bastante largas de tiempo en medio de la vía. Debía ser para dejar pasar otros trenes o no se porque otra razón, así que quizás íbamos a llegar las tarde de lo que estaba previsto, que para mi era mejor ya que sino iba a tener que esperar en la estación sentado hasta que fuera una hora mas prudencial para coger un taxi hasta el hotel.

Durante el trayecto te iban preguntando si querías algo para comer o cenar y yo no cogí nada ya que ya había comprado suficiente. De cuando en cuando pasaban vendedores de bebidas y el de la bebida nacional, el chai (te), que se sirve desde una especie de barril con un grifo en la parte inferior y que lleva el vendedor colgado encima. Este es el que mas paseos se da a lo largo del viaje. Va pregonando: ¡chai caliente, chai caliente!. Yo por cierto no lo he probado aún....

Primer día de visita a Bombay

El día 25 fue el primer día de visita a Bombay. El tren que me traía de Jaipur me dejó en la estación pronto, algo menos de las 8 de la mañana. Estuve un rato sentado en la estación antes de salir a la aventura de coger un taxi y ya me dí cuenta de que la primera ciudad de la india por población (14,7 millones) y el centro económico del país estaba algo mas desarrollada que las anteriormente visitadas. En la estación había asientos para sentarse, no estaba la gente tan tirada por el suelo como habitualmente (aunque los había) y había hasta alguna papelera que otra.

En la calle el asalto habitual de conductores. Subí a uno y la verdad es que me timó ya que me cobró algo mas de 4 € por un pequeño trayecto que no hubiera supuesto ni un € normalmente. Bueno, iba bastante cargado y esta no es la mejor situación para negociar precios ya que ya saben que eres turista y te clavan.

De camino mas buenas noticias, las carreteras aunque no estaban perfectas no tenían muchos baches, y había hasta aceras para andar por ellas. Incluyo ya pude ver algún edificio alto que otro.

Una vez en el hotel, al que llegué bastante pronto, me tumbé un buen rato a descansar aunque en el tren si que había dormido. El hotel es sencillo, ocupa la primera planta de un edificio. Se llama Royal Castle y me ha costado unos 35 € por una sola noche. En Bombay en alojamiento y algunas otras cosas son caras. Por este precio en España ya te puedes quedar en varios sitios similares o mejores.

La habitación quedaba al lado de la recepción y era de lo mas ruidoso que recuerdo haberme quedado, no por la recepción sino por la calle, que al no tener casi aislamiento en las ventanas era casi como si durmieras fuera. Hay ventilador y aire acondicionado, y realmente los usé ya que el ambiente era cálido y húmedo. La habitación estaba aceptable. La cama era doble. El baño tipo con ducha al mismo piso y el inodoro algo rarillo ya que aunque era como los que solemos ver por aquí podía usarse tipo europeo (sentado) o tipo oriental (de cuclillas). Por lo demás, todo bastante sencillo y de una forma un poco rara ubicada, un lavamanos encastrado en una especie de ventanuco y un espejo ubicado en otro lugar.

El WiFi era de pago y también carillo, algo mas de 3 € para dos horas (aunque había abonos por días y semanas también), pero la señal era buena ya que estaba al lado de la recepción.

Después de un rato me duché y para la calle. A ver si tenía suerte y no me estafaban mucho con los taxis. La principal zona turística se encuentra en el sur de la ciudad, la zona de Colaba, Fort y Churchgate, y esta queda un poco lejos de donde me alojaba.

Indicaros que aquí la mayoría de los taxis van con contador, no hay que negociar el precio, pero en los lugares turísticos a los extranjeros les suelen pedir una cantidad fija bastante mayor que la que costaría la carrera. Lo que aprendí que había que hacer es antes de subir al taxi indicarles que usen el aparato. Y tuve suerte ya que no me volvieron a estafar, solamente uno debió manipular algo el aparato y me cobró el doble. El importe a pagar era como mucho de poco mas de 1 €.

En cuanto a taxis, en la zona sur de Bombay no hay rickshaws, solamente taxis de coches. Los hay de dos tipos, uno del año de maricastaña que suelen estar bastante cascados. Estos llevan el cambio de marchas en una palanca en el volante y el contador en la parte exterior izquierda que es un aparatejo que se le baja una cosa y empieza a funcionar. El taxi es un poco como los que salen en las pelis antiguas americanas.

Hay otro tipo bastante mas modernos que suelen ser de diferentes tipos. Hay alguno tipo Nissan Vanette con varias plazas y los que mas son un modelo concreto de Suzuki u Honda. En estos el contador es digital y está en el interior del vehículo.

Preferiblemente hay que tomar estos modelos ya que el coste de la carrera se indica directamente en el aparato mientras que en los otros el conductor hace una operación con lo que le indica el contador y te lo dice.

De camino ya pude confirmar que aquí esta todo mas avanzado. No vi callejones oscuros, carreteras llenas de baches, aceras inexistentes....Todo parecía mas o menos como una ciudad normal a la que estamos acostumbrados . Se veía a lo lejos la zona de edificios altos y el bonito y largo paseo marítimo que da al mar arábigo.

Lo malo de la ciudad es que sorprendentemente no cuenta con línea de metro, la están construyendo, por eso el medio mas fácil para desplazarse es el taxi (aunque también hay autobuses y algunos trenes de cercanías).

Los lugares a visitar en Colaba son la Puerta de la India (que mira al mar y es una especie de Arco del triunfo Indú) y el exterior del hotel Taj Mahal Palace, que es uno de los hoteles mas lujosos del mundo y que está protegido como si fuera el pentágono (hasta con tanquetas) ya que hace unos años sufrió un atentado bastante importante. Después mas al norte hay varios museos que solamente vi por fuera, la universidad de Bombay, algunos edificios institucionales y la catedral de la ciudad y una sinagoga. Es la primera vez que veo en India iglesias cristianas (vi alguna mas por la ciudad). La arquitectura de los edificios era barroca o de otro tipo, no hindú. Esto es por el legado inglés. Había también bastantes mansiones de la gente de dinero de la ciudad. En esta zona te podías orientar bien. Solía haber bastantes letreros en inglés e indi.

A medio día me acerqué al hotel a comer y a descansar un rato y por la tarde a finalizar las visitas, entre las que destacó la terminal de trenes Victoria que es el edificio mas impresionante de la ciudad y que también necesitaba ver por dentro ya que al día siguiente tendría que dejar en el guardaequipajes mi maleta ya que el tren salía a última hora de la tarde y el hotel lo debería abandonar por la mañana.

Cuando anocheció de nuevo al hotel para cenar y aprovechar las dos horas de Internet que compré para hacer algunas llamadas a España y revisar los datos del hotel y viaje en tren a Calcuta del día siguiente.

Antes de cenar aproveché para comprar algo de comida y fruta. Cerca había un mercado nocturno de fruta y verdura y pude comprar plátanos. También localicé una tienda tipo delicatesse en donde compré un paquete de lonchas de queso fundido y hasta unos batidos de chocolate de Danone (había también quesitos de la vaca que ríe).

La zona en la que está el hotel está bien. Hay bastantes comercios y movimiento de gente.

El día siguiente todavía tendría tiempo de visitar alguna cosa mas ya en una zona menos turística como era el centro.

Segundo día de visita a Jaipur y viaje Jaipur-Bombay

El segundo día de visita a Jaipur me las prometía muy felices ya que iba a visitar algunas ciudades fuera. Al final no fue tanto. Había quedado con el conductor (que era el mismo que me trasladó desde la estación hasta el hotel) a las 10 de la mañana en la puerta del hotel. Ahí estaba con otro chico que no se muy bien que pintaba, si era un aprendiz o que. Pues nos montamos todos en el rickshaw conduciendo primero el chico hasta una gasolinera a echar gasolina. Antes de ponernos en marcha le indico al conductor el itinerario a seguir y algunas normas que le marco. Parece ser que esto no le gustó ya de principio mucho. En la gasolinera me pide 200 INR para echar la gasolina y se los doy.Esta vez ya se puso a conducir el otro. Después me lleva hasta un monumento en la ciudad que quería ver como es el Museo Central, localizado en un edificio llamado Albert Hall rodeado de parques.

Es un edificio bastante destacado ya que queda en medio de una rotonda y en su tejado y por los alrededores está siempre rodeado de palomas. Era solamente para ver por fuera, así que después de un rato vuelvo donde los dos del rickshaw y otra vez en marcha. Empieza a dar vueltas por varios sitios de la ciudad antigua que ya había estado visitando esta mañana y dado que parecía que no me hacía mucho caso le dije que parara, le pagué los 600 INR que había quedado en darle por todo el paseo para evitar complicaciones y me marché andando. Bueno, la verdad es que creo que de esta ya aprendo a para de todos los que me ofrecen algo. Al final mas que lo que perdí (unos 12 €) me fastidió el perderme la visita a estos lugares, sobre todo al fuerte de Amber que recomiendan bastante la visita. Pero que se le va ha hacer...

Cogí un pequeño disgusto y tenía que planificar lo que iba ha hacer en el día. Ya tenía casi todo visto en la ciudad y aunque podría haber intentado coger otro rickshaw para Amber al final ya no tenía ganas.

Lo que hice fue dirigirme a pié (sabía bien el camino) hasta el Museo Central y entré a ver lo que tenía. Había bastantes cosillas, piezas de la historia de la ciudad mas bien antiguas y también había alguna cosa relativa al arte de otras zonas del mundo, como Egipto o Europa.

Eran dos pisos y lo malo que tenía era que algunas de las piezas no estaban protegidas y podían tocarse, y mucha gente sacaba fotos. Yo casi nunca entro a museos a no ser que sean superimportantes, pero esta vez tenía que llenar el tiempo con cosas. Si entro nunca hago fotos (tampoco a las iglesias por dentro).

Al lado del museo está el Zoo pero a este no entré ya que cuando salí poco mas que dí una vuelta y me marché al hotel a comer y descansar un rato.

Por la tarde de nuevo a la zona de los bazares, que como eran tan grandes siempre hay cosas que ver. Aproveché para comprar alguna cosilla de regalo. No comentaré en concreto que era el asunto pero hubo que regatear y al principio las quería de una calidad, mas baratas, pero al final me quedé otras de mas calidad algo mas caras.

También aproveché para ir andando hasta la estación para ver como era ya que solamente había estado a la llegada de forma bastante rápida. Como en todas las estaciones había un buen barullo de gente, vehículos y comercios en su entorno.

Finalmente estuve contento con el día que tuve a pesar de la incidencia al comenzarlos. El día fue bueno meteorológicamente hablando. Por la mañana estuvo cayendo algo de lluvia.

De nuevo regreso al hotel en donde leo en los periódicos que siguen los problemas de riadas por las trombas de agua que están cayendo por la zona (en Jaipur aparte de los charcos yo no vi mayores problemas).

A cenar y a preparar algunas cosas por Internet del viaje y alojamiento en el próximo destino (Bombay) cuyo viaje iba a emprender al día siguiente por el mediodía.

Dado que ya he cumplido algo mas del ecuador del viaje, comentaros que estoy gastando diariamente unos 20 € de media. Este gasto es el de todo a excepción de los alojamiento y los trayectos de avión y tren que ya estaban pagados. En esto entraría como gastos mas destacados la comida, la bebida, el transporte, entradas y algún que otro regalo (e incluido lo gastado con los "timos" del guía de la plaza de Durban de Kathmandu y el conductor de Jaipur) . Voy tratando de ahorrar, pero bueno, tampoco es para tanto. En principio lo que tenía pensado gastar era una media de 25 € al día, pero lo he mejorado algo. Veremos finalmente lo que sale.

Al día siguiente 24 tenía a primera hora de la tarde el tren hasta el próximo destino del viaje, Bombay (aquí el nombre oficial es Mumbai). Lo primero que hice después de desayunar fue ir a comprar alguna cosa para reponer de comida, unas bolsas de patatas fritas y algunos plátanos. Los plátanos está siendo la fruta oficial del viaje ya que mi chica me insiste que son seguros para comer. Hay otro tipo de frutas conocidas como manzanas o peras. De las demás no puedo decir mucho ya que no me suenan.

Después de hacer el checkout en el hotel, estuve un rato allí leyendo los periódicos (los hay en inglés y en hindi) que contaban algunas noticias de las inundaciones acaecidas por la zona.

Ya se acercaba la hora del tren y tenia que dejar el hotel. En la estación ya fue rápido. Localizar el anden en el que estaba y a andar hasta el principio de los vagones que es donde está siempre la clase 1A. Los trenes ya os comenté que son bastante largos (y por tanto los andenes), yo hecho que hay que tienen unos 500 m. de largo y unos 25 vagones, pero el tema de los vagones nunca los he contado exactamente porque siempre los paso corriendo buscando el mio en la cabecera.

El tren se llamaba Jp Bct Supfast y el número es el 12956. Me costó unos 41 € y hacía un recorrido de 1159 Km. entre las 14:10 del día actual y las 07:40 del día siguiente., o sea, que se dormía en el tren.

El listado de pasajeros estaba indicado en el exterior del vagón. En el viaje íbamos tres personas y ninguna fallamos. Había un matrimonio de locales ya mayores que les correspondía las literas de abajo y a mi una de las de arriba. Esto fue lo malo del viaje, que no pude ver un pimiento porque arriba no hay ventanas, solamente hay para las literas de abajo.

Bueno, la verdad es que me aburrí un poco, pero cuando paraba en alguna estación se podía bajar a estirar las piernas. Las paradas eran entre 2 y 10 m. según la importancia de la estación.

Como traía un pen-drive con algunas pelis, miré a ver que es lo que había y de las que tenía unas estaban sin sonido y otras en inglés. La única que se salvaba eran Los puentes de Mádison que tenía ganas de verla, así que esta es la que tocó (por cierto una peli romántica y con una historia bonita).

De vez en cuando pasaban por la cabina vendedores de diversas cosas de comer. Al final resultó que la comida no entraba en el precio del billete y todo había que pagarlo aparte si lo querías. Yo cojía algo, pues la verdad es que no era muy caro, aunque de la cena solamente comí arroz porque lo demás no tenía muy buena pinta para mis gustos.

La litera superior es bastante grande y pude colocar la maleta grande y la pequeña sin problemas. La verdad es que se está cómodo y no pegas al techo. No obstante se está mas cómodo en la parte de abajo y aparte tienes la ventana.

Y llegó la hora de dormir......esta era la primera vez que dormía en un tren, ya de los aviones y los autobuses tenía experiencia. Mas o menos pude dormir bien. Me despertaba de cuando en cuando pero bueno, se pudo conciliar el sueño.

Y con esto llegó la mañana siguiente en que el tren me dejó bastante pronto en la estación de Bombay y que relataré en el siguiente capítulo.

sábado, 25 de agosto de 2012

Viaje Delhi-Jaipur y primer día de visita a Jaipur

Al día siguiente de regresar de Kathmandu tenia que hacer el viaje en tren desde Delhi hasta Jaipur. Era el primer viaje de larga distancia que iba ha hacer y no sabia como iba a salir.

No obstante, como el tren no salía hasta primera hora de la tarde por la mañana aproveché para ver alguna de las cosas pendientes de Delhi.

Comentaros que la noche del hotel me salió por unos 14,00 € y era el mismo de la anterior ocasión, el Amax Inn. En el hotel me guardaban la maleta ya que el checking era hasta las 12 y no iba a estar a esta hora.

Cogí el metro y me dirigí a donde había dejado el paseo por Delhi la última vez. Lo que me dio tiempo a ver no era mucho ya que el ir y venir desde el hotel hasta allí ya lleva cerca de una hora. El metro estaba a tope, en las estaciones principales había colas para entrar y se habilitaba un sitio para salir, sino aquello era un caos. Y aún así lo era porque no se dejaba acabar salir y los que entraban empujaban a todos. Y eso que solía haber alguien controlando la cola para que mas o menos funcionara bien.

Lo que vi fue una tumba de Humayun, aunque no entré por la falta de tiempo, aunque en el libro comenta que es uno de los principales monumentos de Delhi. Por las cercanías había un sepulcro de un santo islamista que estaba en una zona un poco complicada ya que era un barrio musulman que a la vista parecía un poco extremista. Las mujeres iban tapadas y los hombres vestidos al estilo musulman. Bueno, yo entré un poco a ver si localizaba el sitio pero como no lo vi me salí. Aparte de esto había dos tipos peleándose, uno de ellos bastante ensangrentado y se veía alguna piedra que se debían haber estado tirando. Después vino la policía y se los llevó. Esto también me ayudó a tomar la decisión de abandonar el lugar rápidamente.

Después vuelta al hotel y con un rickshaw hasta la estación de Old Delhi, que era de donde salía mi tren. Esta zona no la conocía, de hecho la visitaré en mi último día de estancia en Delhi a primeros de septiembre ya que tiene bastantes monumentos conocidos y por suerte bastante cercanos en distancia.

La estación era bastante grande y había que localizar el andén. Hay paneles electrónicos indicando el andén en donde sala el tren.

En india casi todos los trenes importantes tienen un nombre y un número que es como se entienden ellos, el mio era el 12916 Ashram Express, que partía de la misma estación y llegaba a otra bastante después de Jaipur. Se recorrían algo mas de 300 Km. entre las 15:20 y las 20:25. La puntualidad era bastante buena.

El tren ya estaba cuando llegué con bastante antelación. Estos trenes son muy largos, pueden tener hasta 25 vagones según las clases. De la clase mas alta (1AC) no suele haber mas que 1 o 2.

Mi vagón estaba de los primeros saliendo de la estación. Hubo que recorrer un buen trecho. Delante del mio estaba la clase mas baja, la segunda que llaman, en donde los pasajeros locales se agolpaban a las puertas para entrar. Cuando las abrieron entraron todos en tropel.

Una media hora antes de salir en tren un chico iba pegando en las entradas de las clases mas altas un listado de los pasajeros y su situación en las cabinas.

Mi cabina era de 4 personas, dos literas abajo y dos arriba. Hay una ventana corrida en las literas de abajo pero no en las de arriba. La verdad es que este recorrido lo podría haber echo en un asiento normal pero cogí todos los viajes con litera. El coste fue de unos 17,00 €. Por suerte fui solo aunque en el listado estaban apuntados dos japoneses o de esta zona por el nombre que tenían. Igual es que Delhi no les gustó mucho y se marcharon por otro medio o no localizaron el andén...La cosa es que hasta Jaipur fui solo. En Jaipur ya se montaron otros dos locales.

La cabina tenía dos ventiladores que no fueron necesarios ya que también entraba aire por el techo y la verdad es que hacía bueno sin ellos. También había luces y conexión para corriente así que se podían enchufar aparatos como ordenadores. Aparte de esto había luces individuales para cada una de las literas.

Daban un kit de manta, sábana y almohada, aunque ya comento que en el trayecto no fue necesario ya que lo pasé sentado parte viendo el paisaje hasta que anocheció.

El paisaje fue todo el trayecto verde, y en algunas zonas se veían montañas no muy altas. El paisaje humano la verdad es que lo que se veía no era muy bueno, bastante pobreza por todos los sitios, en muchas ocasiones a las orillas de las vías había poblados de chabolas en las que se veía a la gente trajinar, en muchas ocasiones en medio de un barrizal, y también asomaban de cuando en cuando alguna montaña de basura en la que retoza algún cerdo que otro. Aparte de estos, también se veían bastantes cabras.

Cuando se echó la noche ya se acabó el espectáculo aunque no tardamos mucho en llegar al destino. Dado que llevaba impreso la relación de estaciones por las que se iba pasando, sabia por dónde íbamos y si había algún retraso en el viaje. La estación de Jaipur no era la última y había que estar atento en donde era la bajada.

Un revisor pasó a comprobar el billete que en mi caso valía con lo impreso por Internet, no era necesario mas.

Llegamos a Jaipur mas o menos a la hora correcta y se bajó bastante gente. Al subir y al bajar del tren creo que no vi mas que media docena de extranjeros, no se si en alguna de las otras clases mas bajas habría alguien.

En Jaipur, de nuevo a la salida de la estación asalto de conductores de rickshaw, aunque lo que suelo hacer ahora es ir a lo que llaman un puesto de rickshaw de pago, que es de tarifa fija y mas baratos que los que puedes coger por la calle.

El conductor me llevó hasta el hotel y dado que hay algunos sitios para ver algo alejados del centro me ofreció un alquiler de vehículo y conductor. Aunque no lo conocía no vi mal el precio así es que quedé con el para el día de pasado mañana ya que al siguiente iba a ver la zona antigua en la que estaba todo bastante cerca.

El hotel se llama Anuraag Villa y me ha costado unos 43 € para tres noches. Sigue los estándares europeos y está bastante bien, aunque el baño es todo-uno con ducha al propio piso como en todos los sitios en los que he estado. La habitación es doble y todos los techos están decorados. Hay ventilador aunque no lo he necesitado ya que el tiempo ha sido bastante agradable. Tiene un jardín bonito en donde se puede comer ya que aparte tienen restaurante barato. Yo esa noche comí una pizza mediana y una coca-cola por poco mas de 1,5 €. El hotel está andando de la estación a unos 20 m., y la zona de los monumentos a visitar queda lejos, hay que tomar un rickshaw. En la zona del hotel hay bastantes mas con buena pinta. Es un edificio completo. Además tenía Internet por WiFi gratis con buena señal en la habitación. Lo malo que tenía es que se oían bastantes los pitidos de los trenes de la estación, aparte de que debía ser bastante concurrida porque los pitidos eran bastante continuos. Esa noche cayó una buena tormenta que hizo que se marchara la luz y que me dejó con una llamada a casa a medio acabar. Al día siguiente los periódicos decían que había habido bastantes inundaciones por la zona con varios muertos y las fotos que ponían eran impactantes, aunque pienso que esto ocurra allí con frecuencia en la época del monzón.

El día 22 fue el primer día de visita a Jaipur. La verdad es que en la propia ciudad no hay mucho que ver, y todo se concentra en un espacio no demasiado extenso.

El día amaneció algo lluvioso, aunque después de lo caído en la noche no era demasiado, por lo menos la temperatura y la humedad eran buenas, lo mejor que me he encontrado hasta ahora ya que no se sudaba tanto.

Después de desayunar en el hotel hice un intento de llegar andando a la zona antigua, pero estaba bastante alejada y la ruta tampoco era nada buena ya que la lluvia había dejado extensos charcos. Además los rickshaws estaba acosando bastante y la verdad es que no se veía nadie extranjero por esos lares. Así que decidí dar media vuelta y coger un rickshaw. La zona que se visita es lo que se llama la ciudad rosa, que e la parte antigua que está rodeada por una muralla de este color. De hecho la mayoría de las construcciones se rematan en este color para ir a tono. Al parecer fue una decisión de un maraja este color.

La muralla tiene unas cuantas puertas bastante bonitas.

Los lugares que se visitan previo pago son el Palacio de los vientos, el Jantar Mantar, que es un observatorio antiguo que lo mandó contruir un maraja que le daba mas por las estrellas que por la guerra y el palacio de la ciudad, que es lo mas interesante de los tres. Aquí vivía el rey y aún siguen utilizando sus descendientes aunque ya no gobiernen. Hay bastantes cosas interesantes como unos grandes recipientes de plata que dicen que son los mayores del mundo de este metal.

La lluvia a ratos caía con fuerza, pero bueno, con el chubasquero y el paraguas te arreglabas bien. Comentaros que los locales casi no usan paraguas y casi siempre se les ve en chanclas, por lo que en cuanto llueve toca mojarse de pies a cabeza y si hay charcos a remojarse los pies bien.

También hay una torre a la que hay que subir andando desde la que se tiene una buena vista de la ciudad y las montañas colindantes.

Cerca de todos estos monumentos está el bazar, que en realidad son varios bazares, cada uno especializado en una cosa diferente. Son tiendas abiertas a la calle, y cada calle está especializada en un tema, telas, mármol, joyería...

Para comer y descansar un poco me acerqué al hotel y después de nuevo a la zona para realizar un circuito por estos bazares que se indicada en la guía de Lonely. Lo tradicional de Jaipur son las gemas y una especie de collares con vidrios esmaltados que en algunas tiendas se ven trabajándolos in-situ. En uno de estos bazares compre alguna cosilla para regalo, pero no fueron gemas, en esto hay que andar con cuidado porque suele haber bastante estafa.

El panorama de las calles era tan desastroso como el de las anteriores ciudades visitadas, baches por todas partes de la carretera, aceras llenas de socavones, y como había llovido pues estaba todo peor.

Después en cuando anocheció al hotel a cenar y a preparar algunas cosas para el día siguiente en el que había quedado con el conductor del rickshaw a las 10 de la mañana para el circuito que quería hacer fuera de la ciudad.

En el hotel por las noches suele tocar un grupo de música tradicional, pero la verdad es que en los días que he estado he visto bastantes pocos huéspedes, aunque ya os comento que el hotel está bastante bien y la comida del restaurante es barata.

Nota: en esta entrada no os pongo fotos porque desde el hotel de Bombay en donde lo estoy subiendo el Internet es por horas y algo carillo, dos hora algo mas de 3 €. Estaré unos días sin acceso a Internet ya que mañana por la mañana dejo el hotel y después me espera un largo viaje en tren hasta Calcuta, por lo que hasta dentro de unos 3 días no volveréis a tener noticias mías.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Viaje Kathmandu-Delhi

El día 20 no ha sido de mucha visita ya que lo he dedicado a la vuelta desde Kathmandu a Delhi, en donde me he alojé en el mismo hotel de la vez anterior para al día siguiente viajar en tres hasta Jaipur.

Pero esto es otro capítulo que relataré mas adelante.

Como os comenté, había estado lloviendo parte de la noche aunque el día siguiente amaneció nublado pero sin lluvia.

Como el avión salía a primera hora de la tarde aproveché un poco por la mañana para acercarme a la ciudad y comprar algún recuerdo con el dinero nepalí que me quedaba. Bueno, mejor no comento lo que es para que a quien se lo regale sea una sorpresa....

Se veía alguna consecuencia del temporal en la ciudad aunque no mucha, así que pensé que no habría problema para llegar hasta el aeropuerto.

A mediodía realicé el checking en el hotel y les pedí un taxi hasta el aeropuerto. Prefería ir con uno del hotel aunque saliera mas caro por si había algún contratiempo.

En el camino al aeropuerto si que se veían zonas afectadas por el chaparrón, hubo que darse la vuelta en algún sitio y coger un camino alternativo porque estaba anegado de agua.

Finalmente llegué al aeropuerto con bastante antelación y ya vi que el vuelo de regreso iba a ser diferente que el de ida ya que se hacían bastantes controles y registros. Uno ya mismo al entrar en el aeropuerto, que está controlado por militares y dejan pasar solamente a los que tienes un pasaje para volar.

Después de facturar la maleta te ponen en las bolsas de mano unas identificaciones y después a realizar la inmigración en donde no hubo ningún control. Seguidamente espera en una sala dado que era bastante pronto y luego otro control hasta la sala del aeropuerto en la que se esperaba al avión.

La verdad es que el aeropuerto era un poco desastroso porque se había colgado la pantalla d anuncios de puertas de vuelo y no se sabía donde se cogía cada uno de ellos ni nadie lo indicaba. Mas bien se hacía por intuición donde se agolpaban los pasajeros a la hora del embarque, aunque la verdad la hora de mi vuelo no coincidía con ninguno otro.

Antes de la salida de la sala de espera otro control, te montas en un autobús y te deja al pié de una fila en las escalerillas. Después para subir otro control del equipaje.

El los controles hay dos filas, una para hombres y otra para mujeres (como casi todo en India).

Total, una pila de controles iguales que con uno bien hubiera servido (como en todos los aeropuertos normales), pero aquí debe ser que desde un control a otro puede colarse alguna cosa en el aeropuerto, sino no me lo explico.

El vuelo iba lleno, con bastantes españoles.

Ya salió con retraso, así que llegó algo tarde, ya era de noche cuando aterrizó.

Ahora el camino a Delhi ya lo tenía aprendido y fue como la seda. Pasar inmigración (aquí es rápido), ir  coger la maleta facturada, cambiar 50 € por rupias y al autobús que me dejaría en la estación de Nueva Delhi. Desde allí sacar los tirantes de la maleta para ponérsela a la espalda y en unos 15 minutos ya había llegado al hotel.......Delhi me recibió con el mismo calorcito y humedad con que lo había dejado.

La habitación que me había tocado esta vez era del segundo piso y el baño estada algo mejor que la de la anterior ocasión, aunque tampoco era para tirar cohetes. Salí a comprar alguna cosa de comida para reponer y al hotel de nuevo. En el piso tenía algo de señal de Wi-Fi, y aunque en teoría se suponía que cambiaban las claves cada día yo pude conectarme con las mismas que tenía memorizadas, así que esto me lo ahorré...a ver si cuando me quede la noche del regreso a España aún lo continúan. El hotel tiene un costo de algo menos de un € para el WiFi y de algo mas de 1,5  € si se llama por Skype, pero si se usa desde la habitación te lo ahorras.

En la maleta llevaba una ropa lavada aún no seca del todo.....es que aquí la colada tarda mucho en secar....así que la tendí en el cuarto para el sacado definitivo.

En el momento de escribir esto estoy en Jaipur. El viaje en tren de ida os lo relataré en la siguiente entrada.

martes, 21 de agosto de 2012

Tercer día de visita a Kathmandu

El día 19 era mi último día de visita a Kathmandu, y este lo dediqué gran parte a la cercana ciudad de Patán, que antiguamente era una ciudad estado y ahora es un suburbio de Kathmandu, principalmente lo que hay que visitar son los monumentos (la mayor parte religiosos) concentrados alrededor de la plaza Durban.

El trayecto hasta allí no es muy largo, de unos 6 Km., pero de camino vi otra parte de la ciudad, mas moderna porque se ven letreros de marcas comerciales, pero igual de caótica y deplorable en estado. El modelo de los Suzuki que se ven como taxis es el Maruti. La mayor parte de los coches o ricksaws que hacen de taxi están bastante machacados por el estado de las carreteras y siempre están llenos de ruidos y abollones. Estos últimos es de lo mas normal porque en la carretera siempre tienen que ir esquivando vehículos, muchas veces que vienen de frente, pero la velocidad media a la que se suele ir no es muy grande. Apenas hay semáforos mas que en los cruces de las calles mas concurridas por el tráfico.
Un pilón de agua en la zona de la plaza de Durban de Patan

Figura de piedra de un elefante de un templo en Patán

Esta es la diosa Siva que se la reconoce por sus numerosos brazos

La visita a la zona de la plaza de Durban de Patan es bastante similar a la del mismo nombre que hay en Kathmandu, templos de varios tipos y un palacio de los gobernantes que antaño había.

Aprovecho para comentar otro aspecto de Kathmandu en lo tocante a lo religioso y es la existencia de una diosa-niña de carne y hueso llamada "Kumari devi". Es una antigua tradición y se elige en un complejo ritual entre varias aspirantes que tienen que cumplir una serie de características. La niña deja de ser diosa al alcanzar la pubertad y entonces comienza el nuevo proceso para buscar una nueva "Kumari devi". La niña vive en una casa de la zona de la plaza de Durban y de cuando en cuando se asoma a un balcón para que puedan verla, aparte de que durante una época del año se celebra una fiesta en su honor y se la pasea en una carroza por diversos puntos significativos de la ciudad. No solamente hay "Kumari devi" en Kathmandu sino en otras ciudades de Nepal como Patan.

En Kathmandu, cuando visité con el guía la casa en la que vivía se asomó un momento a su balcón. La niña-diosa actual tiene unos 8 años según me comentó el guía.

Algunos de los templos tienen algunas tallas de temática sexual bastante explícitos.

Por suerte esta vez escapé de las garras de los guías turísticos que suelen estar apostados por la zona en la que se saca la entrada. El costo de la entrada para ve la zona es de algo mas de 5 €.

En la ciudad también se puede ver algún pilón de agua como el que os puse una imagen con anterioridad y en los que la gente lava su ropa y se lavan ellos mismo.

Una vez vista la zona, tocaba ahora callejear siguiendo un circuito del libro de Lonely, pero como ya no era una zona turística solamente se veían locales y costaba localizar los diferentes lugares de interés (templos), aunque estaban bastante menos concurridos que los de la zona turística.
Entrada al palacio real en Patán

Stupa en Patán

Vista de conjunto de templos en Patan

Como quería regresar a Kathmandu para comer y descansar un poco en el hotel, sobre las 14:30 cogí de nuevo un taxi. De vuelta al parecer había caído un importante chaparrón y en una zona había un atasco de coches grande dado que la lluvia la había inundado. No obstante, se podía pasar así que lo hicimos sin mayor problema. Es curioso porque en Patan aunque había llovido había sido poca cantidad.

Después de comer una pizza y de descansar un rato de nuevo a la ciudad a callejear por alguna de las zonas que menos había visto. hasta que cayó la noche.

Antes de ir al hotel tuve que ir a sacar en un cajero algo de dinero ya que casi no me quedaba y me iba ha hacer falta sobre 20 € al cambio. Prefería hacerlos de esta forma antes que cambiar un billete de 50 € que eran los únicos que llevaba y que me iba a sobre mucho. El cajero donde fui era de un uso bastante intuitivo, aunque creo que la comisión que me han cargado es alta. Yo prefiero ir cambiando dinero según lo necesito, la opción de los cajeros la dejo como la última ya que a veces es difícil manejarse en ellos en países poco desarrollados.

Al poco de caer la noche empezó a llover y así estuvo durante parte de la noche, y dado que al día siguiente cogía el vuelo para regresar a Delhi temía por el estado de las carreteras aunque el aeropuerto estaba bastante cerca.

Una anécdota para finalizar es que en el hotel me encontré con un chico español que acababa de venir de Benarés y que se le había olvidado el móvil en donde se había quedado. Le dejé el ordenador para que pudiera comunicarse con España y anular la tarjeta del móvil, ya que me comentó que temía que le estuviese usando algún hindú que lo hubiese encontrado.