lunes, 16 de septiembre de 2013

Último día de visita a Dublín

El día 7 de septiembre era mi último día en Dublín.

Un paréntesis para comentar que el libro guía que utilicé para Gales fue uno en inglés de Rough guides, la misma editorial del que utilicé para las Shetland.

El día amaneció lluvioso, frío y ventoso. Después de tomar el desayuno en el albergue salí a la calle con la intención de unirme a un tour gratuito en español de la misma compañía que cogí en Edimburgo. Salia del barrio de Temple bar, pero en el punto de reunión al parecer solamente se hacía en inglés y un chico me explicó desde donde salía el de español, aunque no lo entendí y por tanto no pude localizar el punto de partida, así que estuve dando algunas vueltas por la zona por si veía al grupo pero no hubo suerte, así que tuve que desistir del asunto.

Estuve andando un poco por la zona y haciendo fotos, pero el frío era bastante y no venía muy abrigado, así que volví al albergue a abrigarme algo mas y andé un rato hasta coger el tranvía ligero que recorría la ciudad de una parte a otra. El punto de destino era la estación terminal que quedaba mas cerca del puerto. Desde aquí comencé una vuelta para conocer la zona, en la que abundaban los canales en los que había atraques de barcos de mediano tamaño. Estos canales estaban protegidos de la ría por compuertas que abrían y cerraban para dejar pasar agua. Desde aquí se veía el estadio de la ciudad y zonas mas bien residenciales, aunque de cuando en cuando se veían edificios oficiales bastante interesantes.

Acabada la visita ya tarde de nuevo al albergue a comer, pasando antes por un Tesco para comprar comida. Esta vez cogí pizza que me hice en la cocina del albergue. Después de comer, me acerqué en tren a una pequeña península a una media hora del centro. Se trata de Howt, en donde se puede ver un pequeño puerto pesquero y un bonito barrio bastante bien conservado. Ya llegué tarde así que pronto empezó a anochecer. En esta zona también hay un interesante museo de aparatos antiguos de radio, aunque por desgracia ya no estaba abierto.

De nuevo al tren (la parada era la última de la línea) y hasta la estación mas cercana de la zona centro. Todavía tenía que localizar la parada del bus que iba a tomar al día siguiente hasta el aeropuerto. Una vez localizada, de nuevo al albergue y a cenar y dormir.

Al día siguiente tenía que levantarme bastante pronto para coger el bus del aeropuerto, así que no tardé mucho en irme a dormir. Esa noche tenía unos tres compañeros de habitación, aunque alguno al ser sábado por la noche llegó a las tantas de la madrugada.







viernes, 13 de septiembre de 2013

Visita a Newport y regreso a Dublin

El día siguiente fue bastante intenso. Después de desayunar, preparé la maleta puesto que aunque debía abandonar la habitación la iba a dejar en la recepción del albergue dado que te la podían guardar el día de partida. Cogí el bus hasta la estación central y de allí el tren hasta la cercana ciudad de Newport, en donde iba a estar toda la mañana. Esta es la tercera ciudad en importancia de Gales y se tarda unos 15 m. en llegar en tren. El viaje de ida y vuelta salió por algo mas de 6 €.

Newport no tiene mucho por ver. Es una ciudad de tamaño mediano y la mayoría se concentra en la zona comercial del centro. Lo primero que hice fue acercarme a la oficina de información turística, aunque no encontré tampoco mucha información de la ciudad. La zona peatonal de los comercios estaba bastante animada. Visité la catedral en la zona alta de la ciudad y después me dirigí a una zona alejada del centro en donde podía verse uno de los monumentos mas visitados como es el puente colgante que atraviesa el río de la ciudad. Es un artefacto similar al puente colgante de Getxo, en el que se transportan personas y vehículos de una orilla a otra. En el Reino Unido hay alguno otro mas en funcionamiento. No pude verlo en funcionamiento, pero había personas y vehículos ya montados para pasar.

Desde allí vuelta a la ciudad por la orilla del río en un paseo señalizado bastante interesante.

Comí sentado en un banco lo que había llevado preparado y al tren para la vuelta.

De nuevo en Cardiff me acerqué al albergue a coger la maleta y regreso a la estación central en donde cogí el bus del aeropuerto.

Legué allí con mas de horas antes del vuelo. 

El vuelo que cogí hasta Dublín era de la compañía Aer Lingus y me costó unos 65,00 € incluyendo equipaje en bodega ya que solamente permitían en la cabina un bulto pequeño en tamaño y peso.

Una vez facturado para el embarque y dado que llegué con bastante antelación estuve algo aburrido esperando el vuelo que salía a las 21:00.

Llegué a Dublin ya de noche y lloviendo bastante. 

Localizar el bus correcto para la ciudad llevó un rato, aunque al final lo localicé. Era el mismo que cogí la vez anterior.

Puesto que ya conocía el camino no hubo problemas para localizar el albergue.

Por dos noches de estancia pagué unos 27,00 €. Por suerte aunque era tarde la habitación que me dieron aún estaba vacía, aunque compañeros si que tenía según pude ver por los equipajes. 

Después de recolocado a la ducha y a cenar.

Esta noche dormí en la habitación con 4 compañeros.







martes, 10 de septiembre de 2013

Segundo día de visita a Cardiff y visita a Swansea

Al día siguiente, dado que ya tenía visitado gran parte de lo interesante de Cardiff decidí acercarme a la ciudad de Swansea, que es la segunda en importancia de Gales y queda a unos 50 m. en tren. El billete de ida y vuelta salía por unos 10,50 €.

Por la mañana en el desayuno en el albergue de Cardiff había unas tailandesas que habían hecho de desayuno una especie de sopa de arroz con harina de pescado, y dado que les había sobrado me ofrecieron con lo que no tuve mas remedio que aceptar, aunque la verdad no me gustó mucho, mas bien hubiera apetecido en la comida. En el potingue había algo mas pero no me atreví a preguntar que era.

En Swansea estuve hasta primera hora de la tarde. No es una ciudad muy grande y al igual que Cardiff está a orillas del mar. Es conocida por ser la cuna de nacimiento de un conocido poeta Galés. La zona comercial es peatonal y aquí se puede ver el mercado y las ruinas de un antiguo castillo.

La otra parte interesante es el frente marítimo, con un bonito paseo y algo mas alejado se pueden encontrar playas, las primeras que he visto en mi estancia, dado que en la isla de Man no era mas que un pedregal.

La estación de tren queda céntrica, así que acabada la visita de nuevo al tren y ya comí tarde, por lo que el tiempo que quedaba hasta que anocheciera lo dediqué a visitar alguna cosa que me faltaba en la ciudad, como es la del ayuntamiento, el museo nacional y universidad, todos estos edificios bastante impresionantes y de estilo clásico. Están rodeando un parque en el que hay un monumento conmemorativo de los caídos en la primera guerra mundial y otro en la de las Malvinas (aquí se dice Oakland), con un gran peñasco de tierra traído desde allí parecer regalado por los locales.

Después cerca hay un gran parque en el que se encuentra un estadio de criquet, pero no es un estadio pequeñito, sino bastante grande para lo que se pueda pensar por el deporte de que se trata.

Finalmente visita ya de noche al estadio del milenio, que se encuentra en el centro y está dedicado al deporte del rugby. En los bajos del estadio había una galería comercial, y la mitad de la zona exterior está rodeada de edificios de oficina. Otra ala da directamente a un paseo y a la orilla del río.

Y con esto a coger el bus hasta el albergue, aunque ates pasé por el Tesco a comprar alguna cosa y a cambiar dinero, ya que necesitaba monedas para el pago del bus, pues hay que dar el importe exacto y puede que te encuentres en el caso de tener dinero en billetes y no poder viajar por no tener cambiado.


Al día siguiente a última hora ya cogía el avión de regreso a Dublín, por lo que tenía que ir preparando la maleta, aunque en esta ocasión también tenía equipaje de bodega y sin restricción de peso.







domingo, 8 de septiembre de 2013

Primer día de visita a Cardiff

El día 4 fué el primer día de visita a Cardiff, de hecho este dia vi la mayor parte y los otros dos días estuve en otras dos ciudades cercanas y acabándolo de visitar. La ciudad no es muy grande, y no tarda mucho en visitarse.

Dado que el albergue esta un poco lejos del centro lo que hice los días que estuve fué sacar un bono de día con el que podias coger todos cualquier autobus de la ciudad. Salía por unos 4,20 €. Por la zona pasaban un par de autobuses cada poco que hacian rutas similares y que te dejaban en la estación central de autobuses. Lo peor era cuando regresaba por la noche, pues no me acordaba muy bien en donde estaba la parada y tenía que estar atento para ver por donde pasábamos.

En la zona centro el edificio con mas interés es el castillo, que es de pago y bastante caro, así que me limité a verlo por fuera. En el exterior hay un bonito jardin. Por la ciudad pasa un rio, como no podía ser menos, aunque la zona mas turística está situado solamente a un lado del mismo. La bahía en donde desemboca el río queda a poca distancia y es una zona que visité por la tarde.

Otro de los edificios de interés es el estadio que le llaman el estadio del milenio, y es un edificio bastante singular por su diseño, aparte de que al quedar en el centro de la ciudad te le encuentras a todas horas. El estadio es de rugby, hay otro algo mas lejos y menos espectacular de criquet.

La zona comercial también queda cerca con bastantes calles peatonales y varios centros comerciales, aunque uno de los edificios mas interesantes es el mercado, sobre todo por los puestos interiores.

La catedral queda bastante alejada del centro, y en mi caso no la visité.

Al igual que en otra ciudades en las que he estado todos los letreros oficiales estaba en inglés y en el idioma local, que en este caso era el gaélico y se parece poco al inglés, al menos si te lo ponen solamente en gaelico seguramente no te enteres de lo que pone.

Una cosa que me he encontrado tanto en esta ciudad como en otras es la variedad de templos de diferentes ramas cristinas que hay, pues se ven de católicos, protestantes, mormones y alguno otro mas que no recuerdo.

Después vuelta al albergue a comer y a echar una siesta. Como estaba algo lejos entre esperar el bus y la ida ya te llevaba al menos de media hora a tres cuartos, dependiendo de la espera del bus.

Por la tarde de nuevo a la estación central y de allí a la zona de la bahía. Aquí tuve un contratiempo y es que el autobus que tome era uno circular que pasaba por varios barrios de Cardiff, pero lo cogí por el ramo largo y tarde mas de una hora y cuarto en llegar cuando por la rama larga tenía que haber sido de un cuarto de hora. Bueno, al menos vi algo de la ciudad en el viaje.

La zona de la bahía es una zona buena en la que se ve que el nivel es alto porque hay bastantes tiendas y viviendas de nivel. Aquí lo principal es un centro artístico de moderno diseño y algún que otro edificio ya mas clásico. Es una especia de estuario y bahía cerrada en la que hay un puerto deportivo.

Y ya al caer la noche de regreso, pero a estas horas los viajes del bus ya no eran tan frecuentes y tardé en llegar (cuando digo tarde sería sobre las 21:30, pero para los locales esto ya es tarde, pues el horario de cierre comercial normal es sobre 17:30-18:00, a excepción de los supermercados medianos y grandes que lo hacen sobre las 23:00).

Esta noche tenía el mismo compañero para dormir del día anterior.






sábado, 7 de septiembre de 2013

Viaje Shetland-Cardiff

El día siguiente 3 lo dediqué prácticamente todo el al desplazamiento hasta el albergue juvenil de la ciudad de Cardiff, la capital de Gales.

Lo primero fue coger el bus en Lerwick que me llevaría al aeropuerto. El trayecto era casi de una hora. Allí tuve que esperar cerca de 2 horas, pero la facturación de la maleta la hice no mas llegar. Lo bueno era que en el aeropuerto había Internet Wifi gratuito.

El vuelo se retrasó bastante, casi tres cuartos de hora, lo que ya me puso algo nervioso pues tenía un enlace en Edimburgo con el vuelo hasta Cardiff y solo tenía 1 hora y 10 minutos de intervalo y no sabia lo lejos que quedaba la puerta de embarque de este vuelo. El avión era de tamaño mediano de hélices. El día era frío aunque no llovía.

Durante el vuelo iba preocupado por el tema del retraso y por saber si la maleta la podrían cargar en el siguiente avión si es que llegábamos bastante justos.

Llegamos 25 minutos antes de que saliera el vuelo de enlace, pero por suerte la puerta de embarque estaba bastante cerca, en el mismo ala del aeropuerto, debe ser que a las mismas compañías las dejan juntas. El vuelo era de Flybe y me costó unos 212 € incluida la ampliación de equipaje de bodega que reservé el día anterior. Si el tema del equipaje lo hubiera hecho en el mismo aeropuerto hubiera salido bastante mas carro. Haciéndolo con antelación por Internet sale mucho mejor de precio y lo puedes hacer hasta el día anterior.

Como os comenté, el tema de la visita a las islas, tanto a la de Man como a las Shetland ha encarecido bastante el precio del transporte. Yo calculo que si no hubiera venido a estas dos islas hubiera salido entre la mitad o como mucho 2/3 de lo que me ha costado. Había la opción de hacerlo en Ferry, pero la logística era mucho peor ya que debería ir por tierra hasta el punto de embarque y viceversa, aparte de que los días que había Ferry y el tiempo de trayecto no era muy bueno.

Llegué por fin al aeropuerto de Cardias y por suerte también llegó mi maleta. Ahora la primera sorpresa, en el aeropuerto no hay ni un puesto de turismo ni stand con folletos turísticos. Increíble, en todos los aeropuertos en los que había estado, incluido el minúsculo de Man había. Pero aquí nada de nada. Segundo punto negativo: había Internet Wifi pero de pago. Bueno, pues nada, a comer ya que debía esperar un buen rato hasta la llegada del bus que me iba a llevar a la ciudad y que pasaba cada dos horas. El aeropuerto esta un poco alejado del centro todo hay que decirlo. Como veis no está muy preparado para el turismo. Si que vi un bus del que no tenía información ya que era de recientísima implantación que iba y venía continuamente del aeropuerto a la ciudad pero era algo caro y el que yo iba a coger era en principio mas económico.

A la hora llegó el bus y nueva sorpresa, era bastante mas caro que lo que pensaba (casi 5 €), de hecho me hubiera salido mas a cuenta coger el específico del aeropuerto ya que este en principio era mas local aunque pasase por allí. Este salia lo mismo si se cogía ida y vuelta.

Bueno, llegada por fin a la estación de autobuses de Cardiff. Ahora a localizar el que me llevaría hasta el albergue. Lo encontré bien y me subí. Este si que costaba lo que suponía. Una cosa que tengo que comentar es que la mayoría de los buses se pagan por el importe justo. Se echan las monedas en una especia de cazoleta y te expiden el billete. Si llevas solo billetes no te dan cambio.

Como no sabía cual era la parada estaba atento a ver por que calles iba el bus, pero una señora que me había oído a donde iba me dijo en donde me tenía que bajar (menos mal, porque esto es un poco rollo si el el bus no hay nada que indique que paradas vas pasando).

El albergue estada a poco de la parada. Me costó unos 46 € para tres noches. Había cocina, pero no Internet, ni gratis ni pagando, y tampoco había ninguna red abierta de la que pudiera coger señal. Bueno, tendría que pasar unos dias sin enchufarme a la red. La verdad es que en estos tiempos no me parece muy lógico estar así. Según le entendí al recepcionista del albergue esto era “temporal”.

Como estaba alejado del centro no estaba muy concurrido, de hecho a mi me pusieron en una habitación de 8 camas y esa noche y la siguiente solamente estuvimos dos durmiendo.

La zona es buena aunque estuviera alejada del centro, se veían buenas viviendas y estaba rodeado de parques.

Andé un poco para localizar un supermercado y pronto localicé el Tesco del barrio en el que compré algunas cosas.

Un detalle importante es que hay que tener cuidado con que billetes se paga. Cada regios del Reino Unido (Irlanda del norte, Escocia, Gales Inglaterra y cada una de las islas) emiten billetes con motivos locales. Y si pagas con uno en otra región te lo miran bien ya que no lo conocen mucho. De echo a mi en dos Tescos tuvo que venir otro dependiente (al parecer el especializado en “moneda extranjera”) para darlo validez. Y si se compra algo en una máquina que admite billetes (por ejemplo un billete de tren), solamente acepta moneda de la región.

Otra cosa curiosa de los supermercados Tescos es que a partir de una hora, creo que las 9 de la noche o así, la compra es autoservicio, es decir, te pasas tu mismo los artículos por un lector de código de barras y pagas en una máquina. Estos se puede hacer a cualquier hora, pero a a partir de cierta hora es obligatorio. No obstante, hay empleados que te ayudan si tienes alguna duda. Una vez que lo haces es fácil (pero sin olvidar meter el billete de la misma región en la que compras).

Y después de la compra a cenar y a dormir, ya que no dio tiempo a mas ese día.


Al día siguiente ya comenzaría la visita a la ciudad.

Segundo día de visita a Shetland

El segundo día de visita a Shetland dependió de los escasos servicios de bus que tenía la isla, así que hubo que programarlo de antemano y solo para dos de las poblaciones mas importantes ya que para el resto igual había uno o dos viajes al día.

Por la mañana me acerqué a la población de Scaloway cogiendo un bus desde la estación central de Lerwick. Esta era la antigua capital, pero hacía bastantes años se había trasladado a la actual. Si en Lerwick había poco que ver aquí era la mitad de poco. Bueno, una población bastante pequeña y lo mas destacado que tenía era un antiguo castillo y un museo. Esta población jugó un papel importante durante la segunda guerra mundial. Al invadir los alemanes los países escandinavos muchos navíos recalaron en esta isla y los locales les proporcionaron ayuda. Hay una gran factoría de pescado en las afueras.

Aquí estuve poco mas de dos horas y sobró. De vuelta a Lerwick y después visita a los restos de una antigua fortaleza amurallada en las afueras que era lo que me quedaba por ve allí.

Seguidamente al albergue a comer y rápidamente otra vez a la estación a coger otro bus hasta la población de Brae. Esta quedaba ya mas lejos. Aquí la vista se limitaba a ver un poco las pocas calles que había y mas bien sacar fotos a la costa. A pocos kilómetros hay una importante plataforma petrolífera. De hecho la población tiene su razón de ser por este motivo. Allí una hora de vista bastó y sobró. De nuevo al bus hasta Lerwick y la última visita fue a la cercana isla de Bressay, esta vez en un servicio de ferry regular que pasaba vehículos y personas. El trayecto duraba solo 5 minutos ya que estaba al otro lado de la bahía de Lerwick. Se trata de una isla con unos 400 habitantes, la mayoría de los cuales viajan con frecuencia a la capital. La isla lo que tiene que ver es poco, mas bien porque al no estar muy habitada conserva bastante de la fauna intacta. Tiene algunos antiguos asentamientos de las dos guerras mundiales, un faro y diversos grupos de casas. Caminado por la línea de costa me sorprendió la cantidad de conejos y liebres que había ya que a cada poco te encontrabas alguno al que le sorprendías cerca de su madriguera y se marchaba corriendo. También había muchas ovejas, pero algunas no son de la misma clase que la que solemos ver en España.

El día acompañó ya que apenas llovió, aunque por la mañana de camino en el bus si que había bastante niebla posada sobre las colinas. El terreno esta pelado, no se ven árboles aunque si praderas verdes. La orografía es suave, aunque no llana pues hay subidas y bajadas constantes. Las montañas que se ven son de perfiles suaves.

De regreso en el ferry un último paseo por las calles de Lerwick y al albergue. Antes de ir a dormir, consultando la reserva de avión del día siguiente tuve que ampliar un equipaje de bodega ya que el viaje era de dos trayectos, uno si que incluía por defecto la maleta de bodega, pero el otro no, y ante la duda de que hubiera algún problema pagué 18 € que costaba. Por tanto no iba a tener problemas de peso así que llevé la comida que me sobró y todos los folletos que tenía.

Al día siguiente viajaba a Cardiff haciendo escala en Edimburgo. El vuelo no salía muy pronto así que no tenía que madrugar mucho, pero debía coger el bus que este si que tardaba hasta el aeropuerto en el norte de la isla cerca de una hora.


Hoy ya no estaba el grupo de chavales que me encontré a mi venida. En la habitación seríamos esta noche los mismos que el día anterior. Eramos todos jóvenes menos dos mayores, aunque tenían buena pinta ya que por la mañana se les veía bien vestidos. ¿será que hasta habrá algún hombre de negocios de cuando en cuando quedándose por estos lugares?







Viaje a las islas Shetland y comienzo de la visita

El día siguiente comenzó pronto. Primeramente cogí el bus Airlink que me llevaba al aeropuerto y que era el mismo que había cogido a la llegada. Este bus está específicamente dedicado al aeropuerto y yo cogí un billete de ida /vuelta que me costó 6 libras.

Una vez en el aeropuerto hacer la facturación, que para este trayecto podía sin coste llevar en la bodega hasta 20 Kg., así que en aspecto de peso no tenía problemas. Facturé la maleta llevando como equipaje de mano una bolsa de colgar con bastantes cosas ya que no quería arriesgarme a perderlo.

El coste del vuelo fue solo de ida fue de unos 132 € con la compañía Flybe. El avión no era muy grande, e iba mas o menos a mitad de pasaje.

El vuelo duró mas o menos una hora y media.

El aeropuerto principal de las Shetland está en el extremo sur de la isla principal. Las Shetland es un archipiélago de muchas isla que administrativamente pertenece a Escocia, aunque hace siglos perteneció a los escandinavos. De hecho está mas cerca de allí que de otro sitio. Tiene un dialecto local propio. La población está bastante dispersa entre las islas y no es muy grande. La isla principal en la que se encuentra la capital, Lerwick, en donde se concentran la mayoría de los servicios. Hay otras 2 o 3 islas grandes a las que se accede mediante servicios de ferry periódicos. La latitud en que se encuentra la capital es mas o menos la de Helsinki, y tiene bastante riqueza en cuanto a especies de aves.

El aeropuerto es bastante pequeño y los servicios con los que cuenta no son muchos. La llegada me recibió con frío, lluvia ligera y viento.

Para ir hasta la capital que está mas o menos en el centro de la isla principal hay que coger un bus, pero como era domingo hubo que esperar casi una hora y media para el siguiente, Es el único transporte público que existe en la isla, y los servicios con las restantes poblaciones no son muy grandes, aunque yo me arreglé para moverme por allí aunque en principio tenía intención de alquilar un coche, aunque luego lo descarté.

El bus tarda casi una hora en llegar dado que se va metiendo por poblaciones pequeñas de pocos habitantes.

Una vez en la estación de autobuses de Lerwick hubo que hacer frente al día ventoso y lluvioso para poder consultar el mapa y poder llegar hasta el albergue. En el aeropuerto había cogido bastante información turística ya que tenían un puesto bastante completo en el aeropuerto con muchos folletos disponibles.

Después de dar algunas vueltas por fin lo localicé. Se trataba de un caserón bastante grande y bonito. Por dentro era impresionante. Mas parece que hubieran podido hacer mas un hotel de lujo que un albergue, pero no fue así. El coste del mismo fue de unos 45 € por dos noches. No había desayunos, pero si cocina e Internet gratis.

La habitación era una de de 12 camas, y como hacía un día muy malo la mayoría de los que se quedaban estaban allí metidos matando el tiempo como podían. También había en el albergue un grupo de chavales que debían pertenecer a algún club deportivo o algo así que estaban todo el tiempo armando bulla, aunque estos se quedaban en habitaciones mas pequeñas.

El salón comedor, la sala de estar y la de la televisión eran también impresionantes, como correspondían a una mansión de época.

Yo ya llegué tarde, por lo que después de comer me puse a mirar el libro que tenía de guía ya que aunque hiciera tan malo estaba dispuesto a comenzar la visita. No comenté que en el aeropuerto de Edimburgo vi una guía de las islas del norte de Escocia (aparte del archipiélago de las Shetland hay mas, como el de las Orkney, mas al sur) y me la compré, ya que la guía que llevaba para Escocia en general no era tan completa. Estaba en inglés y era de Rough guides, la misma de la guía de Gales que compré en Edimburgo.

Así que la visita se desarrolló entre lluvia ligera y viento, que maltrató bastante al paraguas y lo escacharró un poco. La verdad es que lo que es ver no hay mucho y se ve rápido. Algunas callejuelas, un fuerte defensivo, un museo de la historia local y finalmente algo alejado del núcleo principal una casa rehabilitada de un comerciante de pescado que luego fundará la compañía marítima P&O.

Y con esto ya estaba todo visto en la capital. Me dí cuenta de que aquí cerraba todo muy pronto, las tiendas normales sobre las 6 de la tarde. Los bares y supermercados mas tarde. Encontré un supermercado bastante grande en las afueras en el que hice compra. Es de la cadena Cooperative food, que también está bastante extendida en las ciudades en las que he estado, y tiene una división de banco según vi.

Con esto para el albergue todo mojado los pantalones y las playeras, así que hubo que dejar la ropa a secar por la noche. Lo que es frío no pase. Llevaba encima una camiseta interior de manga larga, una camiseta de manga corta, la cazadora y el impermeable de agua.

Después de cenar miré un poco lo que iba ha hacer al día siguiente dado que allí ya no había nada mas que ver, y programé dos visitas a dos localidades cercanas y una isla. Todo cuadrando los horarios de los escasos autobuses que había.

Y con esto a dormir. Esa noche éramos en la habitación unos 8 o 9. Ninguno español, y tampoco oí hablar a nadie español en toda mi visita a las islas. Ya sabía que no era un destino muy turísticos, pero a mi me interesaba para ver la forma de vida es este lugar algo inhóspito, sobre todo en invierno con el frío y las pocas horas de luz. De hecho al estar tan al norte en invierno no se llega ha hacer por completo la noche y de cuando en cuando hay la suerte de ver auroras.








martes, 3 de septiembre de 2013

Visita a la ciudad de Glasgow

El día 31 tocaba visita a Glasgow. Cogí un tren en la estación central de Edimburgo que me costó unos 17 € ida y vuelta. Glasgow queda a unos 50 m. en tren, y este te deja en el centro de la ciudad. El día fue frío pero bueno.

Glasgow es la ciudad mas poblada de Escocia y principalmente es conocida por su equipo de fútbol y porque hasta hace unos años era una ciudad fuertemente industrializada y el turismo no era precisamente su principal vocación. Sobre todo había astilleros y toda la industria que hay en torno a ellos.

Ahora la industrialización ya ha bajado y la ciudad ha recuperado parte del espacio.

Hay un río que la atraviesa, aunque queda algo alejado del centro y no hace frontera entre una zona y otra como en otras ciudades visitadas.

Lo primero que visité fue la zona antigua, que está algo alejada del centro y hasta donde hay un buen paseo desde la estación central. Antes me acerqué por la oficina de turismo para coger algún folleto y plano. La zona antigua no tiene grandes edificios monumentales. Lo que se visita es la catedral, un gran cementerio al lado de la misma (con tumbas viejísimas en el suelo como en otros sitios) que al estar situado en una colina tiene unas vistas excelentes de la ciudad, y después ya dispersos varios edificios, parques y museos. Todo esto es de entrada gratuita.

También hay un interesante rastro (The Barras) en el que me perdí un rato y en el que como curiosidad había unos puestos de charcuteros haciendo una especia de subastas de carne. Si, como lo digo, como una subasta de un artículo pero en ves de eso de un trozo de carne.

A mediodía di por finalizada la visita de esta zona de la ciudad y comí en un parque. Menos mal que hacía sol que si no me hubiera quedado helado de frío.

Por la tarde visita a la zona centro y comercial. Aquí mas plazas, monumentos, edificios y calles comerciales abarrotadas de gente. Uno de los centros comerciales era muy bonito, pues el interior tenia la cubierta de cristal y todas las escaleras mecánicas estaban cubiertas de madera.

No es del todo llana, de hecho algunas de las cosas que había que ver en la zona nueva estaban en calles bastante empinadas y algo alejadas del núcleo central.

Se ven algunos edificios de un arquitecto bastante famoso local llamado Mackintos, que entre otras cosas le daba por hacer salones de te ricamente decorados cuando era la época de estos locales.

La ciudad cuenta con metro, aunque yo no entré pues aunque algunas de las cosas que había que ver estaban algo alejadas preferí andar.

A última hora de la tarde regreso en el tren y para el albergue a cenar y a dormir, pues al día siguiente tenía que levantarme pronto para coger el avión que me llevaría a mi próximo destino que eran las Islas Shetland.


A estas alturas del viaje ya me sentía cansado del trajín, aunque descansar estaba descansado bien pues dormía de media unas 8 horas, algo menos estos días que me tenía que levantar pronto. Como los trayectos de desplazamiento de una ciudad a otra no llevaban mucho tiempo no daba para descansar como me ha ocurrido en otros viajes que en cada cambia prácticamente descansabas un día completo cuando cambiadas de destino.







lunes, 2 de septiembre de 2013

Segundo día de visita a Edimburgo

El día siguiente continué con la visita a Edimburgo. Este era el último día que iba a estar allí ya que el siguiente lo iba a pasar en Glasgow, aunque volvía de nuevo a quedarme en Edimburgo para dormir.

Por la mañana tocaba acabar la visita de la zona antigua, con mas edificios monumentales, plazas y cementerios. A propósito de los cementerios, aquí los tienen bastante integrados en el día a día, ya que según me han informado allí muchas veces se va a echar la siesta o a hasta a comer. Los que he visto en Edimburgo son todos de nichos en el suelo, algunos con lápidas de varios siglos que hasta hacen de losas para pisar.

A la 1 de la tarde me acerqué a la zona del castillo ya que me iba a apuntar a un tour en español de unas dos horas y media. Había visto información el al albergue y decidí ir, ya que normalmente te cuentan anécdotas e historias de los sitios visitados. El funcionamiento es que les das lo que consideres que vale su trabajo o según la disponibilidad de cada uno. En el grupo eramos unos 12, había 2 españoles aparte de mi y los demás eran latinoamericanos, dos de ellos muy apropiados hasta con traje de escocés. Los españoles eran una chica que se había marchado a trabajar allí y su madre que estaba de visita. Los demás eren turistas. Quien hacía el tour era un canario que llevaba un años por allí y se había marchado por falta de trabajo en España. Era licenciado en filología inglesa.

Íbamos recorriendo diferentes lugares de la ciudad vieja, la mayoría ya visitados por mi, y nos iba contando anécdotas e historias de los lugares. Una de ellas es que la escritora de Harry Poter en su primera novela se basó para los nombres de sus personajes de los que había en uno de los cementerios que os comentaba. O que el colegio de la peli se parece mucho a uno que hay allí cerca. La primera novela la escribió parte en una cafetería de la ciudad que ahora es bastante famosa.

Acabamos sobre las 4 de la tarde y yo le dí 7 libras al guía. Me acerqué a comer y a dormir un rato al hostal.


Por la tarde cogí un bus y me fui hasta la zona del puerto, en donde hay un barrio bastante animado y se puede visitar un antiguo yate de la familia real británica. Para ir hasta allí cogí un pase de un día de bus ya que sale casi mas a cuenta que un billete de ida y vuelta. El día estaba resultando como los anteriores frío, y al lado del mar pegaba un viento bastante bueno. Después de vuelta al centro a acabar de ver alguna cosilla pendiente de la zona nueva y ya anocheciendo de nuevo al albergue a cenar y a dormir. Al día siguiente cogería un tren que me iba a llevar a Glasgow que está a unos 45 m. de allí. No salía muy ponto así que tampoco iba a tener que madrugar mucho.







domingo, 1 de septiembre de 2013

Primer día de visita a Edimburgo

El día 29 fue el primer día de visita a Edimburgo. La ciudad es muy monumental y conserva bien edificios antiguos con las características de los mismos. La zona antigua es bastante extensa. Era muy interesante descubrir a cada vuelta de la esquina edificios magníficos. Abundaban también las iglesias, aunque aquí muchas de ellas ya no se destinan al culto sino a albergar bares, restaurantes, salas de conciertos (y no precisamente de música religiosa) y hasta hoteles. Y esto en iglesias que por lo grande que son podrían pasar por catedrales.

La mañana lo dediqué a visitar parte de la ciudad antigua. Aquí no había un río que dividiera la ciudad, aunque uno si que tenía aunque quedaba algo alejado del centro. El puerto también quedaba alejado del centro.

El punto principal de visita es el castillo, que queda sobre una colina dominando todo, Era bastante caro (unos 20 €), así que no entré y me limité a verlo por fuera aunque la verdad no era mucho lo que se podía ver ya que estaba rodeado de murallas.

Edimburgo es una ciudad muy animada en la que se yo hablar bastante español, no solo turistas, sino también gente que se ha venido a vivir aquí desde España.

Las calles de la zona antigua están empedradas y una cosa que tiene de interés son los patios de las viviendas, a los que se accede desde la calle por un estrecho pasillo.

El día resultó fresco y si el sol se ocultaba hasta se pasaba un poco de frío. Esto yendo todo el rato con una chaqueta. Algo de aguilla cayó aunque no fue mucho. De todas formas siempre hay que ir cargando con el paraguas porque en cualquier momento puede ponerse a caer.

La visita transcurre entre iglesias, plazas, antiguos pubs y edificios administrativos de épocas antiguas.

Una cosa interesante es que la mayoría de los museos son gratuitos, aunque yo no entré a ninguno de ellos pues prefería ver el ambiente de la ciudad.

La mañana la terminé en el parlamento escocés, que ya era un edificio moderno y hasta diseñado por un catalán.

Durante la vista se podía ver de cuando en cuando algún gaitero o banda de gaiteros tocando ataviados con el traje tradicional escoces de la falda.

Después hasta el albergue a comer y a echar una siesta. El albergue está algo alejado del centro, se tarda unos 10-15 m.

Todavía me quedaba parte de la zona antigua por ver, pero lo dejaría para el día siguiente.

Por la tarde, comienzo de la visita a la ciudad nueva que ya quedaba mas céntrica. Parte estaba destinada a zona comercial y aproveché en una librería grande que había para comprar una guía turística de Gales (en inglés) que era la que me faltaba por comprar en España ya que no encontré ninguna.

En la ciudad hay varias colinas, y esta tarde subí a la que quedaba mas cerca del centro (Carton Hill) desde la que se podía observar bastante bien la ciudad y a lo lejos el mar. En la colina había varias construcciones de tipo clásico, una de ellas imitando el partenon de Atenas.
Como comenté antes no hay río que pasa por el centro, pero hay una depresión en la que hay un parque y las vías del tren que sirve para separar la zona antigua de la nueva.

Como transportes públicos la ciudad cuenta con buses, pero creo que están implantando una especia de tranvías pues algunas zonas se las veía electrificadas y colocando raíles.

En las zonas mas residenciales se podía ver por dentro algunas de las casas a través de los cristales y sorprendía la amplitud y altura de las estancias. Los salones eran impresionantemente grandes y de bonita decoración, algunos de ellos empapelados.

Hago un inciso para comentar que la guía de viaje que estoy siguiendo es la Guía viva de Escocia de Anaya Touring.


Una vez anochecido me acerqué de nuevo al supermercado Tesco a comprar algo mas de comida para los próximos días y al albergue a cenar y a dormir. Esta noche tenía 2 compañeros cuya procedencia desconocía.