sábado, 27 de agosto de 2011

Viajando a Montevideo

Hola de nuevo a todos.

El día 24 y parte del 25 lo dediqué a viajar desde Santiago de Chile hasta la ciudad de Montevideo que era la última parada de mi viaje. El camino era vía Buenos Aires en donde tomé un Ferry hasta esta ciudad.
Olvidé indicaros que en el hotel me encontré con una familia de costarricenses que también viajaban por libre (eran un padre, una madre y su hijo), y habían estado visitando Río de Janeiro, el norte de Argentina y Santiago de Chile. Les estuve comentando que este año había mirado la posibilidad de hacer un viaje por centroamérica, pero que debido a que la seguridad no la veía muy bien abandoné la idea. Me comentaros que ellos habían estado viajando por algunos de estos países (Costa Rica es uno de los últimos países por el sur de centroamérica), y que era mas lo que se oía que lo que era en realidad, y que yendo con cuidado y de día no tiene por que haber problemas....¡en fin!, quizás para el próximo año retome la idea.
Comentaros que para los días 24 y 25 había programada una huelga general en Chile debido a las protestas de los estudiantes que reclamaban mejoras en el sistema educativo y el abaratamiento del costo de la universidad, y les estaban apoyando algunos otros sectores de la sociedad como era el del transporte que es el que mas me tocaba en lo referente a mi viaje. Estuve investigando un poco por Internet y no pude encontrar nada concreto referente a este sector, así que me fui a dormir con la duda de lo que pasaría al día siguiente.
Me levanté pronto, poco después de las 7:30, y me dirigí a la parada del metro. Bueno, parece que allí todo era normal, llegué sin problemas a la parada mas cercana a la estación de autobuses. Y lo mejor es que pude viajar bien con la maleta, ya que el día que llegué estaba el metro hasta arriba, y viajar de esta forma se hacia difícil. De hecho en este viaje he vivido en mi propia persona lo que es viajar con maletas en un metro abarrotado. Je, je, es lo malo que tiene esto, es muy barato pero a veces incómodo.  
Una vez allí, el bus sale sin problemas, así que respiré tranquilo. La empresa del bus es Argentina, quizás por eso no haya habido problemas. Se llama Cata Internacional y es una de las muchas que hace estos servicios de autobús-cama en sudamérica. El autobús era de dos pisos, en concreto yo cogí un asiento que llaman cama-ejecutivo, en la planta de abajo, y es algo mejor que los de solo cama de la planta de arriba, la diferencia es que los asientos se reclinan algo mas y el espacio entre asientos es mas grande. El costo del viaje de unas 20 horas hasta Buenos Aires fue de unos 74 € al cambio. Los pasajeros con los que viajé eran de lo mas variopinto: había tres religiosos jóvenes pero bastante modernos, bueno, que si no van con los hábitos quizás no se sabrían que eran religiosos. Tenían un hábito un poco raro para nosotros, iban con falda, como las películas antiguas de frailes, pero uno iba de paisano total. Y al salir y llegar hicieron una oración improvisada para dar gracias a dios por lo bien que transcurrió el trayecto. Después iba un grupo de trabajadores brasileños un poco toscos (estos iban en el segundo piso, que diríamos sería la segunda clase), una madre y su hija, uno que vestía con una casulla tipo andina y parecía sacado de una peli del oeste...bueno, y algunos mas. Con tanto tiempo de viaje se te quedan bastante los compañeros de travesía. El viaje fue bonito y algo ajetreado. 
El primer tramo iba desde Santiago hasta el paso fronterizo Libertadores, a unos 3000 m. de altura por el que se pasa los Andes al lado Argentino. Este paso está cerrado a veces en invierno, pero estos días no tenía problemas por las condiciones meteorológicas y estaba abierto, pero poco después del paso de nuestro bus lo cerraron porque empeoró el tiempo, así que tuvimos suerte. El autobús para por varias estaciones de sky, abiertas ya que allí es invierno, y según se va subiendo la nieve se hace mas y mas abundante. Llegamos al puesto aduanero y allí nos tiramos cerca de una hora y media porque hay bastantes autobuses haciendo trámites de los pasajeros. Hay que hacer el trámite de salida de Chile y entrada en Argentina. Aparte de esto, se saca todo el equipaje del autobús y se revisa lo que los aduaneros consideren necesario. Esto ya me ha tocado varias veces en el viaje. Todo el equipaje se pone en una especia de mesas corridas y los aduaneros van abriendo los equipajes que consideren necesarios revisar.  Después de salir de la aduana, que por cierto dada la altura a la que está (aunque no es en la misma cima sino algo mas abajo) hace un frío que te congelabas, había una gran retención de camiones y autobuses debido a un choque frontal que había habido entre un bus que subía y un camión que bajaba. Al parecer había habido algún muerto y estuvimos allí parados cerca de una hora. Cuando pasamos por el sitio ya vimos que el frontal del bus y del camión y donde se sentaban los conductores estaban destrozados. La verdad es que el tráfico de buses y camiones por allí es muy intenso, ya que debe ser la principal ruta que enlaza las dos capitales. 
El paso está al pié del Aconcagua (casi 7000 m.), la montaña mas alta del continente americano, aunque no pude saber si la cima se podía ver a lo largo del camino. Si que pasamos cerca de donde parten las rutas hacia el campo base de Plaza de Mulas, la ruta mas habitual hasta la cima por el lado argentino. El paisaje de bajada era también muy impresionante. En esta lado se podía ver la erosión dejada por un glaciar que en su época debió pasar por allí. El paisaje aparte de la nieve es de roca, sin apenas vegetación en las partes en las que ya no hay nieve. Las ciudades mas importantes que se pasan de camino son Mendoza (famosa por sus vinos y una de las ciudades mas importantes del país) y San Luís. Aunque no se pasaba por el centro, sino por la periferia aparte de que ya era de noche cuando se cruzó. En este trayecto el bus apenas hizo paradas, el trayecto era casi directo a destino final. 
Llegamos a la estación de Retiro de Buenos Aires sobre las 8:15, dos horas mas tarde de lo previsto, y debido a ello perdí mi pasaje de ida del Ferry. Como ya conocía la estación y el camino hasta la estación de Ferry de cuando visité la ciudad, en poco mas de 15 m. ya estaba allí. En principio yo tenia sacado y pagado (lo hice por Internet), un billete de ida y vuelta en un Ferry directo que en poco mas de tres horas te dejaba en el puerto de Montevideo y que me costó unos 95 € en la compañía Buquebus que es la mas fuerte en este trayecto aunque hay alguna otra mas. Dado que perdí el viaje de ida que salía a las 8:00, tuve que sacar otro para las 12:30 pero en este caso el trayecto era una horra de Ferry hasta la ciudad de Colonia, en Uruguay, situada en frente de Buenos Aires, y un enlace de 2 horas y pico en bus hasta la estación central de Montevideo. Esto me costó cerca de 50 € al cambio dado que los viajes perdidos no tienen devolución de importe. ¡bueno!, son cosas que pasan, no todo tiene que salir bien siempre...
Tuve que esperar cerca de 3 horas hasta embarcar, y después de facturar la maleta y pasar la aduana de salida de Argentina y entrada en Uruguay subí al Ferry. Era bastante grande, y en el interior había tiendas de estas de compra sin impuestos. La clase turista como iba yo se sentaba en unas filas de asientos corridos en el interior. Una vez llegamos al puerto de Colonia, hubo que coger las maletas y cargarlas en el bus que me dejó en la estación de autobuses de Tres Cruces, fuera del centro de Montevideo, cerca de las 4 de la tarde. Después de investigar el bus que me llevaría para la zona vieja de la ciudad en donde esta mi hostal, cojo uno que lleva esta dirección y en poco mas de 10 minutos ya estaba en la zona buscando la calle de mi hotel. La zona queda cerca del puerto y está un poco degradaba, con gente de mala pinta rondando las calles. Este día era el día de la independencia en el país y fiesta, cosa que yo no había tenido en cuenta, y las calles estaban bastante desiertas. Después de dar unas cuantas vueltas por fin localicé mi hostal. Por fuera tiene una pinta desastrosa, incluso da un poco de miedo. Al parecer es una fachada histórica y no se puede cambiar, solamente restaurar. El dueño dice que lo hará en breve. Es un hostal bastante curioso. Solamente creo que tiene cuatro habitaciones y lo lleva un pintor cuyos cuadros están colgados por todo el hostal. Por dentro está bien, decorado con gusto y con las paredes de ladrillo y piedra vistos, muy rústico. Los techos son altísimos, de hecho cabrían dos alturas en la casa. El pintor vive en una vivienda en el propio hostal. Creo que soy el único huésped hoy. La habitación es con ducha y aseo en la propia estancia, aunque curiosamente el lavabo está en el pasillo.
Después de acomodarme, salgo a dar una pequeña vuelta, pero como la zona es algo complicada y las calles están bastante desiertas vuelvo pronto, así que mañana es cuando comenzaré la vista en serio. Lo malo es que anochece pronto, antes de las 18:30 ya no hay sol. De paso compro alguna cosa en una tienda del barrio ya que apenas me queda comida, aunque el hotel tiene desayuno incluido.
El tiempo es bastante freso, entre 5-10 ºC
Pues esto es lo que dio de si estos días, no visité nada pero vi cosa bonitas en el trayecto.
Estaré aquí el día mañana por completo y el de pasado hasta las seis de la tarde, en el que ya si que tomaré un Ferry directo hasta Buenos Aires para comenzar el regreso a España.

Saludos a todos

Rafa

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