miércoles, 18 de agosto de 2010

Segundo y tercer día de Visita a Pekin (relato en diferido por la censura........)

Hola de nuevo:


Os relato lo que visité los dos días siguientes a mi llegada a Pekin.

El día 14 primero visité el barrio de la legación extranjera, que queda al lado de la plaza de Tiananmen. Aquí es donde estaban establecidas las representaciones diplomáticas de la mayoría de los países extranjeros, ya hora es una zona en la que hay bancos y otros edificios públicos. Después hice otro recorrido por la parte mas comercial de la ciudad en la que están todas las tiendas de moda y algunos centros comerciales y es a donde va a comprar la gente con poder adquisitivo de la ciudad, hay varias tiendas de jade y seda y también algunos restaurantes especializados en comida preparar platos de pato, que aquí es bastante consumido.

Por esta zona hay un mercadillo callejero de comidas al aire libre en la que vi algunas muestras de la famosa comida china a base de insectos y algunos otros bichos repelentes. Entre lo que vi os contaré que había una especie de escorpiones de gran tamaño asados, arañas también de buen tamaño, y lo mas espectacular, varias hileras de algo también parecido a escorpiones, estos de menor tamaño, ensartados vivos en varillas de una media docena y toda una hilera de varillas colocadas para, supongo, ser degustadas por los clientes. Los escorpiones estaba todos retorciéndose y la gente sacando fotos. Yo no vi a nadie comerse nada, pero todo el mundo sacaba fotos.

También puede ver alguna iglesia católica, que por aquí no se muy habitual verlas ya que es una religión bastante minoritaria.
Fui a una zona en la que había bastantes hutones (los barrios tradicionales de Pekín) visitando alguno que estaba en bastantes buenas condiciones para vivir, ya que la mayoría están bastante pobres.

Al día siguiente visité uno de los platos fuertes del viaje, la ciudad prohibida, que era en donde vivían los emperadores chinos hasta el último que fue Puyi y que su historia se cuenta en la película de El último emperador.
Hacia un día de calor de los buenos, y ahora resplandeciendo el sol a tope. La cola era también de órdago, casi ¾ de hora para sacar la entrada (unos 7 € al cambio).
 
Después unas cuantas horas visitando la ciudad, con paradas cada poco por el calor y siempre que fuera po9sible yendo por la sombra.
 
Estaba a tope de turistas y aunque a mi me precian la mayoría chinos deben ser de otros países asiáticos que entre ellos no se si se distingurán pero a mi me parecen todos iguales.
 
La ciudad está formada por varios patios y salones, todos inmensos, cuando se acaba un patio entras en otro patio con otro salón. Cada uno tenía su función en la vida imperial, uno era para recibir a los embajadores extranjeros, varios para meditar, otros para las concubinas, eunucos, sirvientes, vamos, toda la parafernalia de la época. Muchos, los mas pequeños y escondidos ni los vi porque se echaba la hora de cerrar y con las calorías cogidas durante la visita tampoco había ganas para andar mas. Aquí los monumentos no suelen cerrar tarde, sobre las 5-6 de la tarde, aunque la verdad anochece pronto ya que a las 7 y media de la tarde ya es de noche  y poco se puede hacer mas que dar una vuelta por una zona comercial.
 
Para completar el día visité uno de los parques mas grandes de la ciudad llamado Behiai. Estaba hasta arriba de gentes y hay hasta un lago y una pequeña isla. Estaba rodeado de algunos templos y restos de épocas antiguas. Me he dado cuenta que los chinos no son de tumbarse mucho en la hierba de los parques, pero yo me tumbé en una a comer y no me llamaron la atención. Bueno, hay muchas otras cosas diferentes entre nosotros y los chinos, pero el caso es que esta la comento porque siempre en mis viajes, si tengo la oportunidad de comer el bocadillo en un parque tumbado en la hierba lo hago, y parece ser que esto no se lleva mucho aquí.
 
Había también bastante gente haciendo una especia de Taichi, vamos, que se ponían con unas posturas un poco especiales y lo mas curioso es que mucha gente paseaba dando palmadas o golpeándose un brazo con la mano, lo cual asocié al Taichi ya que si no tendré que pensar que no andan bien de la cabeza (mas correctamente que están chinados).
 
Y con esto, andando un buen rato hasta la estación mas cercana de metro y al hotel, pues el día siguiente proveía ir a la zona de la muralla china de Badaling, a unos 70 Km. de Pekin.
 
Acabo dejando algunos comentarios de mi visita a Pekin para un posible viajero que se aventure por allí:
-respecto del metro, es muy fácil de usar y todo está escrito en chino e ingles. La línea de tren que viene del aeropuerto también es bastante fácil de usar y enlaza con el metro en la última parada. El pago se hace directamente en máquinas automáticas o al propio personal y no tiene mayores problemas. La mayoría de las estaciones tienen un escaner para pasar los bultos antes de entrar. Casi todos los trayectos están abarrotados de gente en el traen y hay que ir de píe.
-respecto de la seguridad, indicaros que yo en ningún momento me sentí inseguro en ningún sitio, ya fuera de día como de noche. Las principales calles están bien iluminadas y suele haber bastante gente por la calle ya que con el calor que hay es donde mejor se está.
-la orientación por las calles es fácil, al menos yo todos los letreros que vi estaba en chino e inglés y nunca tienes la sensación de estar perdido cuando sales del metro a una zona que no conoces (lo cual era casi siempre).
-hay mucho pelmazo ofreciendo viajes en rickshaw (bicicleta de 3 ruedas), sobre todo a las salidas de las zonas turísticas y de metro, lo mejor es ignorarles. También hay bastante gente en las zonas turística que te asaltan en inglés con un ¡Hola!, ¿de donde eres?, esto también pude leer antes del viaje que son gente que te lían y que acaban pidiéndote dinero y yo pasaba olímpicamente de ellos y hacia como que ni les oía.
-es posible comprar comida tipo "occidental" en los supermercados, eso si, con algunas "variantes" a como estamos acostumbrados al "Carrefour" de casa. Los precios se indican en números.
-es tal la cantidad de chinos en comparación con los occidentales (aquí veis que pongo occidentales, no españoles, ya que dado lo poco que escaseábamos cuando veías a alguien con rasgos no asiáticos ya lo asemejabas a alguien cercano, aunque fuese un americano o un alemán) que a veces te puedes sentir agobiado. No preocuparse, algunos te miran con cusiosidad pero la mayoría pasan de nosotros.
 
Pues esto es todo por ahora, os dejo algunas fotos de los visitado.
 
Zona comercial de compras

Los famosos escorpiones (y estrellas de mar, caballitos de mar ....)

Iglesia católica, de las pocas que ví

Entrada a la ciudad prohibida

Dentro de la ciudad prohibida

Uno de los salones de la ciudad prohibida, totalmente decorado

Los típicos tejados chinos y su decoración

Parque de china con rio (¿nenufares?)

Una típica puerta china a la entrada del parque
 
Saludos
 
 
Rafa

2 comentarios:

  1. Hola Rafa,
    Bueno al fin se acabo la censura, me gustan las crónicas que haces son muy precisas
    Conociendo como eres para comer te imagino con una tapita de escorpión jalja
    ¿Y para los bocatas tienes variedad?

    Muy bueno lo de que están chinados ….

    Te contaré que el domingo estuve en Polaciones y subí al Portillo Brañas , y baje!!! Y más o menos bien lo único que al día siguiente el pie dolorido otro día a Hoyo los Lobos.

    Me llamó Fernando estaba mirando para poner el Lezna el año que viene, así que nada a ver si me recupero para ir.

    ¿Tienes wifi en el hotel o lo tienes que pillar de otro sitio?, ayer estuve con Oli viendo las fotos del viaje, muy chulas y aun me quedan unas cuantas de ver.

    Pues nada Rafa ya nos contarás que tal por Tokio un beso.

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  2. Rocio:

    Pues lo del Internet hasta ahora he tenido suerte y lo tengo en los hoteles directamente.

    A primeros de septiembre tenemos previsto lo del Espiguete, si quieres puedes venir, yo todavia me encuentro bajo, pero bueno, puedo intentarlo y si no me doy la vuelta y los demás que siguan.

    Ya me enseñará las fotos Oliver cuando vuelva.

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