sábado, 7 de septiembre de 2013

Viaje a las islas Shetland y comienzo de la visita

El día siguiente comenzó pronto. Primeramente cogí el bus Airlink que me llevaba al aeropuerto y que era el mismo que había cogido a la llegada. Este bus está específicamente dedicado al aeropuerto y yo cogí un billete de ida /vuelta que me costó 6 libras.

Una vez en el aeropuerto hacer la facturación, que para este trayecto podía sin coste llevar en la bodega hasta 20 Kg., así que en aspecto de peso no tenía problemas. Facturé la maleta llevando como equipaje de mano una bolsa de colgar con bastantes cosas ya que no quería arriesgarme a perderlo.

El coste del vuelo fue solo de ida fue de unos 132 € con la compañía Flybe. El avión no era muy grande, e iba mas o menos a mitad de pasaje.

El vuelo duró mas o menos una hora y media.

El aeropuerto principal de las Shetland está en el extremo sur de la isla principal. Las Shetland es un archipiélago de muchas isla que administrativamente pertenece a Escocia, aunque hace siglos perteneció a los escandinavos. De hecho está mas cerca de allí que de otro sitio. Tiene un dialecto local propio. La población está bastante dispersa entre las islas y no es muy grande. La isla principal en la que se encuentra la capital, Lerwick, en donde se concentran la mayoría de los servicios. Hay otras 2 o 3 islas grandes a las que se accede mediante servicios de ferry periódicos. La latitud en que se encuentra la capital es mas o menos la de Helsinki, y tiene bastante riqueza en cuanto a especies de aves.

El aeropuerto es bastante pequeño y los servicios con los que cuenta no son muchos. La llegada me recibió con frío, lluvia ligera y viento.

Para ir hasta la capital que está mas o menos en el centro de la isla principal hay que coger un bus, pero como era domingo hubo que esperar casi una hora y media para el siguiente, Es el único transporte público que existe en la isla, y los servicios con las restantes poblaciones no son muy grandes, aunque yo me arreglé para moverme por allí aunque en principio tenía intención de alquilar un coche, aunque luego lo descarté.

El bus tarda casi una hora en llegar dado que se va metiendo por poblaciones pequeñas de pocos habitantes.

Una vez en la estación de autobuses de Lerwick hubo que hacer frente al día ventoso y lluvioso para poder consultar el mapa y poder llegar hasta el albergue. En el aeropuerto había cogido bastante información turística ya que tenían un puesto bastante completo en el aeropuerto con muchos folletos disponibles.

Después de dar algunas vueltas por fin lo localicé. Se trataba de un caserón bastante grande y bonito. Por dentro era impresionante. Mas parece que hubieran podido hacer mas un hotel de lujo que un albergue, pero no fue así. El coste del mismo fue de unos 45 € por dos noches. No había desayunos, pero si cocina e Internet gratis.

La habitación era una de de 12 camas, y como hacía un día muy malo la mayoría de los que se quedaban estaban allí metidos matando el tiempo como podían. También había en el albergue un grupo de chavales que debían pertenecer a algún club deportivo o algo así que estaban todo el tiempo armando bulla, aunque estos se quedaban en habitaciones mas pequeñas.

El salón comedor, la sala de estar y la de la televisión eran también impresionantes, como correspondían a una mansión de época.

Yo ya llegué tarde, por lo que después de comer me puse a mirar el libro que tenía de guía ya que aunque hiciera tan malo estaba dispuesto a comenzar la visita. No comenté que en el aeropuerto de Edimburgo vi una guía de las islas del norte de Escocia (aparte del archipiélago de las Shetland hay mas, como el de las Orkney, mas al sur) y me la compré, ya que la guía que llevaba para Escocia en general no era tan completa. Estaba en inglés y era de Rough guides, la misma de la guía de Gales que compré en Edimburgo.

Así que la visita se desarrolló entre lluvia ligera y viento, que maltrató bastante al paraguas y lo escacharró un poco. La verdad es que lo que es ver no hay mucho y se ve rápido. Algunas callejuelas, un fuerte defensivo, un museo de la historia local y finalmente algo alejado del núcleo principal una casa rehabilitada de un comerciante de pescado que luego fundará la compañía marítima P&O.

Y con esto ya estaba todo visto en la capital. Me dí cuenta de que aquí cerraba todo muy pronto, las tiendas normales sobre las 6 de la tarde. Los bares y supermercados mas tarde. Encontré un supermercado bastante grande en las afueras en el que hice compra. Es de la cadena Cooperative food, que también está bastante extendida en las ciudades en las que he estado, y tiene una división de banco según vi.

Con esto para el albergue todo mojado los pantalones y las playeras, así que hubo que dejar la ropa a secar por la noche. Lo que es frío no pase. Llevaba encima una camiseta interior de manga larga, una camiseta de manga corta, la cazadora y el impermeable de agua.

Después de cenar miré un poco lo que iba ha hacer al día siguiente dado que allí ya no había nada mas que ver, y programé dos visitas a dos localidades cercanas y una isla. Todo cuadrando los horarios de los escasos autobuses que había.

Y con esto a dormir. Esa noche éramos en la habitación unos 8 o 9. Ninguno español, y tampoco oí hablar a nadie español en toda mi visita a las islas. Ya sabía que no era un destino muy turísticos, pero a mi me interesaba para ver la forma de vida es este lugar algo inhóspito, sobre todo en invierno con el frío y las pocas horas de luz. De hecho al estar tan al norte en invierno no se llega ha hacer por completo la noche y de cuando en cuando hay la suerte de ver auroras.








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