Al día siguiente, dado que ya
tenía visitado gran parte de lo interesante de Cardiff decidí acercarme a la
ciudad de Swansea, que es la segunda en importancia de Gales y queda a unos 50
m. en tren. El billete de ida y vuelta salía por unos 10,50 €.
Por la mañana en el desayuno en
el albergue de Cardiff había unas tailandesas que habían hecho de desayuno una
especie de sopa de arroz con harina de pescado, y dado que les había sobrado me
ofrecieron con lo que no tuve mas remedio que aceptar, aunque la verdad no me
gustó mucho, mas bien hubiera apetecido en la comida. En el potingue había algo
mas pero no me atreví a preguntar que era.
En Swansea estuve hasta primera
hora de la tarde. No es una ciudad muy grande y al igual que Cardiff está a
orillas del mar. Es conocida por ser la cuna de nacimiento de un conocido poeta
Galés. La zona comercial es peatonal y aquí se puede ver el mercado y las
ruinas de un antiguo castillo.
La otra parte interesante es el
frente marítimo, con un bonito paseo y algo mas alejado se pueden encontrar
playas, las primeras que he visto en mi estancia, dado que en la isla de Man no
era mas que un pedregal.
La estación de tren queda
céntrica, así que acabada la visita de nuevo al tren y ya comí tarde, por lo
que el tiempo que quedaba hasta que anocheciera lo dediqué a visitar alguna
cosa que me faltaba en la ciudad, como es la del ayuntamiento, el museo
nacional y universidad, todos estos edificios bastante impresionantes y de
estilo clásico. Están rodeando un parque en el que hay un monumento
conmemorativo de los caídos en la primera guerra mundial y otro en la de las Malvinas
(aquí se dice Oakland), con un gran peñasco de tierra traído desde allí parecer
regalado por los locales.
Después cerca hay un gran parque
en el que se encuentra un estadio de criquet, pero no es un estadio pequeñito,
sino bastante grande para lo que se pueda pensar por el deporte de que se
trata.
Finalmente visita ya de noche al
estadio del milenio, que se encuentra en el centro y está dedicado al deporte
del rugby. En los bajos del estadio había una galería comercial, y la mitad de
la zona exterior está rodeada de edificios de oficina. Otra ala da directamente
a un paseo y a la orilla del río.
Y con esto a coger el bus hasta
el albergue, aunque ates pasé por el Tesco a comprar alguna cosa y a cambiar
dinero, ya que necesitaba monedas para el pago del bus, pues hay que dar el
importe exacto y puede que te encuentres en el caso de tener dinero en billetes
y no poder viajar por no tener cambiado.
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