El día siguiente
continué con la visita a Edimburgo. Este era el último día que iba
a estar allí ya que el siguiente lo iba a pasar en Glasgow, aunque
volvía de nuevo a quedarme en Edimburgo para dormir.
Por la mañana tocaba
acabar la visita de la zona antigua, con mas edificios monumentales,
plazas y cementerios. A propósito de los cementerios, aquí los
tienen bastante integrados en el día a día, ya que según me han
informado allí muchas veces se va a echar la siesta o a hasta a
comer. Los que he visto en Edimburgo son todos de nichos en el suelo,
algunos con lápidas de varios siglos que hasta hacen de losas para
pisar.
A la 1 de la tarde me
acerqué a la zona del castillo ya que me iba a apuntar a un tour en
español de unas dos horas y media. Había visto información el al
albergue y decidí ir, ya que normalmente te cuentan anécdotas e
historias de los sitios visitados. El funcionamiento es que les das
lo que consideres que vale su trabajo o según la disponibilidad de
cada uno. En el grupo eramos unos 12, había 2 españoles aparte de
mi y los demás eran latinoamericanos, dos de ellos muy apropiados
hasta con traje de escocés. Los españoles eran una chica que se
había marchado a trabajar allí y su madre que estaba de visita. Los
demás eren turistas. Quien hacía el tour era un canario que llevaba
un años por allí y se había marchado por falta de trabajo en
España. Era licenciado en filología inglesa.
Íbamos recorriendo
diferentes lugares de la ciudad vieja, la mayoría ya visitados por
mi, y nos iba contando anécdotas e historias de los lugares. Una de
ellas es que la escritora de Harry Poter en su primera novela se basó
para los nombres de sus personajes de los que había en uno de los
cementerios que os comentaba. O que el colegio de la peli se parece
mucho a uno que hay allí cerca. La primera novela la escribió parte
en una cafetería de la ciudad que ahora es bastante famosa.
Acabamos sobre las 4 de
la tarde y yo le dí 7 libras al guía. Me acerqué a comer y a
dormir un rato al hostal.
Por la tarde cogí un bus
y me fui hasta la zona del puerto, en donde hay un barrio bastante
animado y se puede visitar un antiguo yate de la familia real
británica. Para ir hasta allí cogí un pase de un día de bus ya
que sale casi mas a cuenta que un billete de ida y vuelta. El día
estaba resultando como los anteriores frío, y al lado del mar pegaba
un viento bastante bueno. Después de vuelta al centro a acabar de
ver alguna cosilla pendiente de la zona nueva y ya anocheciendo de
nuevo al albergue a cenar y a dormir. Al día siguiente cogería un
tren que me iba a llevar a Glasgow que está a unos 45 m. de allí.
No salía muy ponto así que tampoco iba a tener que madrugar mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario