martes, 27 de agosto de 2013

Viaje a Belfast y comienzo de visita

El día 25 hubo que madrugar algo ya que tenía que coger el tren a mi próximo destino, la ciudad de Belfast que es la capital de Irlanda del norte o Ulster. El tren salia a las 10 de la mañana desde la estación central de Dublin que me cojía a unos 25-30 minutos andando. El billete me había costado 19 € cogido por Internet con antelación. En la estación había qmaleta iba bien llena con provisiones de comida dado que no tenía restricciones en el tren.





ue teclear en una máquina en número de la reserva y esta te expedía el billete. La

La estación no es muy grande y rápidamente encontré el anden de mi tren. El trayecto tenía una duración de unas 2 horas y los asientos eran de 4 plazas 2 a dos confrontados. Como compañera de viaje me tocó enfrente una señora mayor del lugar con la que no hablé. Se iba parando en diferentes estaciones y el tiempo se pasó entre ver el paisaje y dormitar un poco.

El albergue de Belfast estaba como a 20 minutos andando de la estación central de Belfast, aunque el camino se encontró bien. Como Dublín, Belfast también tiene un río que la divide. En una de las orillas es en donde se encontraban los famosos astilleros en donde se construyó el Titanic y que está siendo recientemente rehabilitada como una zona de expansión y viviendas buenas.  De hecho la principal atracción de la ciudad es el museo que se ha construido entrono al barco con un edificio bastante espectacular por fuera.

El hostal era mas pequeño que el de Belfast pero mejor situado y mas cuidado. Para 3 noches me ha costado unos 48 €. Esta cerca de la zona universitaria y el público mayoritario es joven, aunque también se ven adultos.

Está dotado de cocina. La habitación que me tocó es de 4 literas y tenia taquillas y un pequeño lavabo. Lo malo es que había por una parte duchas solas y por otra parte una especia de baños con un lavabo pequeño unos y otros sin nada, por lo que no se donde se pensarán que se iban a lavar los huéspedes, pues el lavabo de las habitaciones se entiende para un uso mas básico que afeitarse o similares.

El país ya pertenece a Gran bretaña y por tanto la moneda es la libra. El albergue lo pagué con tarjeta de crédito y saqué 150 libras de un cajero automático cercano y además del banco de Santander. Además el cajero podía configurarse para idioma español. El Dublín no vi ningún banco de Santander, será que todavía no ha conquistado estos territorios...

Después de comer comenzó la visita a la ciudad, que todo sea dicho la parte central la dejé vista esta misma tarde. La ciudad no tiene mucho que ver, pero está todo muy bien señalizado con paneles explicativos (en inglés y gaélico) Olvidé comentar que en toda irlanda los letreros de todo (o casi todo) están en inglés y gaélico (por ejemplo, igual que en el país vasco con el castellano/eusquera).

Dado que las distancias no son grandes no es necesario coger transporte público de ninguna clase. El que hay es bus, no hay tranvía ni nada mas. Como curiosidad indicar que los taxis típicos son de color negro. Si que hay bastantes edificios con una bonita arquitectura, pero ya la mayoría están cerrados a esta hora de la visita. Después del centro me acerqué a la otra orilla del río, que poco después desemboca en el mar aunque no en la propia ciudad sino fuera de ella. En esta parte bastante moderna hay un gran complejo llamado Odyssey con centro comercial y cine. Mas lejos se encuentran los astilleros y varios barcos visitables aparte del complejo del museo del Titanic que como os comenté debe ser la atracción mas visitada por lo publicitada que estaba por toda la ciudad. La orilla de la ría en donde estaban los astilleros -que según he leído trabajaban en sus buenos tiempos (por ejemplo en la construcción del Titanic) varios miles de trabajadores aunque en muy malas condiciones- está rehabilitándose desde hace unos años con complejos modernos de viviendas.

En el centro las viviendas no son del tipo de Dublin. Se ven bastantes edificios altos, aunque también se alternan con otros mas bajos de arquitectura de ladrillos.

De regreso al hotel parada en un supermercado Tesco y estreno de las libras, aunque la compra no subió mucho...

Esta noche dormíamos en la habitación aparte de mi un japonés, un mexicano y otro que no supe de dónde era.

Cené y a dormir. Al día siguiente tocaba visita a Belfast oeste, marcada en gran parte por el trasfondo político del enfrentamiento entre católicos y protestantes, aunque desde hace unos años ya en tregua.

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